La Asociación de Municipios Ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendia pide a la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura que no apruebe un nuevo trasvase de agua al Levante y afirman que lo que se está haciendo es una política de «esquilmación» de la cabecera del Tajo.
En un comunicado y en sintonía con lo dicho también hoy por la Plataforma en Defensa del Tajo, los municipios próximos a Entrepeñas y Buendía afirman que existen «razones objetivas» que hacen «totalmente inviable» un nuevo trasvase, especialmente, debido a que «durante el pasado año hidrológico se ha trasvasado hacia el Segura más agua de la que ha entrado en los embalses de cabecera».
En este sentido, sostienen que mientras que los embalses de Entrepeñas y Buendía recibieron 360 hectómetros cúbicos de agua, fueron trasvasados 386 hectómetros cúbicos, lo que, a su juicio, «supone una política de esquilmación de la cabecera del Tajo».
«Pero lo más grave es que ya se han aprobado para esta anualidad hidrológica un trasvase de 102 hectómetros cúbicos, siguiendo con esa indubitada política de incomprensión con las necesidades que tienen no sólo los pueblos ribereños, sino la propia cuenca del Tajo», afirman en el comunicado.
A día de hoy, la cabecera del Tajo cuenta con unas reservas de 599 hectómetros cúbicos, lo que supone un 24,21 por ciento de su capacidad, muy lejos de la cuenca del segura, a la que se le proporciona el agua, que está al 56,27 por ciento de su capacidad, según los datos que maneja la Asociación de Municipios Ribereños.
Por ello, han pedido a la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que «sea capaz de oponerse a esta sin razón y ponga racionalidad y esfuerzo en impedir que la cabecera del Tajo quede desolada y sin futuro».