Esta es una de las conclusiones de la conferencia «Crisis climática y crisis ambiental: la sostenibilidad es la clave para detenerlas», que recientemente ofreció en Toledo José Luis Yela, profesor titular de Zoología y Conservación Biológica de la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica de la Universidad de Castilla- La Mancha.
Yela, miembro del Comité de Especies Amenazadas del Ministerio de Transición Ecológica, expuso como prueba del cambio climático que desde 1900 hasta la actualidad las temperaturas se han incrementado de forma exponencial: hay 1 y 1,5 grados centígrados de media más que a principios del siglo pasado, por las emisiones de gases de efecto invernadero como el CO2.
Se extinguen 2.190 especies al año
El cambio climático que estamos viviendo es más rápido que la capacidad de las especies para adaptarse al medio, por lo que muchas de ellas modificarán su distribución para sobrevivir en las nuevas condiciones. Las que no puedan hacerlo se extinguirán y todo ello puede derivar en una gran crisis de extinción de especies cuyas dimensiones equiparó a la que ocurrió con los dinosaurios a finales del Cretácico.
Pero el cambio climático solo es uno de los factores, al que hay que sumar la destrucción de hábitats o la introducción de especies invasoras y otras causas para explicar la celeridad de la extinción de especies de esta época. De hecho, en su intervención, Yela comparó ambas extinciones compartiendo estudios científicos en los que se ve que la tasa de desaparición de especies es de 2.190 al año, mientras que en la época del Cretácico se ha estimado que fueron unas 12 al año.
Durante su conferencia, incluida en el ciclo organizado por la plataforma activista y conservacionista “Extinción rebelión”, Yela explicó que estamos en situación de emergencia climática y que urge adoptar decisiones que eviten la progresión del cambio climático, la presión sobre el medio natural, la extinción de especies y, como consecuencia de todo ello, el bienestar de la humanidad.
Los gases de efecto invernadero, letal motor del cambio climático
Ya en 1992 científicos independientes alertaron de la crisis ambiental y climática, sobre las que advirtieron a la sociedad y a los políticos para intentar dar marcha atrás.
En 2017 una segunda publicación, con 15.364 cofirmantes de 184 países, hizo un segundo aviso poniendo el énfasis en los gases de efecto invernadero como motor del cambio climático que amenaza al planeta ante la inacción de los responsables públicos.
¿Qué especies son las que están sufriendo las consecuencias del cambio climático? Los microorganismos y los invertebrados, como los insectos, en los que ya se aprecian modificaciones en su distribución geográfica.
“Se conocen distribuciones de especies desde 1700 y no había prácticamente cambio hasta los años 1900, pero que desde 1983 se ha observado un gran cambio e incluso extinciones locales de ciertas especies. Este tipo de estudios son muy concluyentes, porque a diferencia de usar variables climáticas como la temperatura, los insectos son muy sensibles a los cambios ambientales, son seres vivos, y si no pueden adaptarse o moverse, se está observando que se están extinguiendo”, afirmó José Luis Yela.
Los factores de la crisis de la biodiversidad
“La crisis de la biodiversidad es un hecho”, sentenció. Y los factores que la han generado, según el profesor son: la destrucción y la fragmentación de los hábitats naturales tales como la agricultura, urbanizaciones, infraestructuras; la sobreexplotación de los recursos naturales (gas, petróleo, minerales); introducción de especies exóticas que acaban desplazando a las autóctonas, como ha ocurrido con el cangrejo americano o el visón americano; y el cambio climático.
“Sin duda, la presión demográfica del ser humano sobre los ecosistemas y su biodiversidad está haciendo que estemos ante un escenario de una gran extinción de especies”, explicó Yela, quien pidió trabajar para la conservación de la diversidad biológica, el uso sostenible de sus componentes y el reparto justo y equitativo de los beneficios obtenidos de este recurso, tal y como estableció la ONU en el Convenio para la Diversidad Biológica de Río de Janeiro (1992.
Menos agua, combustibles, plásticos… Y las “5R”
Para luchar contra la crisis ambiental y acercarse a la sostenibilidad ambiental y económica, Yela pide educación ambiental de la ciudadanía para que cada uno de nosotros podamos tomar medidas que eviten deteriorar mucho más nuestro planeta. Por ejemplo: gastar menos combustibles, evitar plásticos, reducir fertilizantes y pesticidas, utilizar menos agua y sobre todo educar en valores medioambientales a la población.
Yela acuñó el principio de las cinco erres «5R”, término con el sustituye a las llamadas “tres erres” de la Ecología: “reemplazar, reducir, reutilizar, reciclar y recuperar” para evitar contaminar cada vez más.
Las recomendaciones de Yela para un Toledo sostenible
Al finalizar su intervención mencionó la Guía para un modelo de ciudad ecosostenible para Toledo, en la que se enumeran una serie de pautas para hacer esta ciudad lo más sostenible posible y compatible con el desarrollo económico e industrial.
Esta guía puede ser descargada de forma gratuita por internet. Sus recomendaciones pasan por la defensa del río Tajo y sus vegas, un plan de ordenación municipal eficiente o la retirada de residuos de amianto del barrio de Santa María de Benquerencia.
Los “simplismos mediáticos”
El profesor también hizo hincapié en la necesidad de tener un pensamiento crítico sobre lo que publican o emiten los medios de comunicación, a veces víctimas y difusores de “modas léxicas” simplistas, como el concepto “gasolina ecológica”, dos términos “completamente opuestos si se habla de conservación del medio ambiente”.