Los sondeos publicados hasta la fecha han orientado los objetivos electorales de los partidos hacia un serie de territorios en los que se prevé una intensa disputa voto a voto. Las claves del 10N serán la resistencia de Ciudadanos ante el asedio del PP y el aguante del PSOE y de Unidas Podemos ante el acecho de Más País.
Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante… Estos son algunos de los lugares donde, según los números de los comicios de abril y los pronósticos de las encuestas, pueden producirse cambios, o incluso importantes cambios.
El profesor de la Universidad Complutense Rafael Rubio, experto electoral, aconseja echar un vistazo a la evolución que tuvo el voto entre los comicios de diciembre de 2015 y los de junio de 2016, único precedente de unos comicios como los del 10N.
El baile de escaños
Entonces, recuerda a Efe, los cambios de escaños se produjeron en 14 circunscripciones: Badajoz, Almería, Toledo, Santa Cruz de Tenerife, A Coruña, Alicante, Valencia, Sevilla, Madrid, Jaén, Lleida, Ourense, Salamanca y Guadalajara.
En la mayoría de los casos, el baile de escaños volvió al escenario del bipartidismo, aunque con un vencedor claro: el PP. Los sondeos del 10N vaticinan un desenlace parecido.
Con el 26J de 2016 en el retrovisor y con los datos del 28 de abril en la mano, estos son los lugares donde la suma de los votos, dentro de siete días, puede deparar cambios:
En Galicia, incógnitas en Pontevedra y A Coruña
En abril el PSOE revertió la inercia y desbancó al PP de la victoria. Sumó casi 525.000 votos y logró 10 escaños.
Los populares (447.562 papeletas, 9 escaños) perdieron fuelle debido a la irrupción de Cs, un partido que no tiene presencia en el Parlamento gallego pero que arrastró 182.678 votos y dos diputados en A Coruña y Pontevedra en perjuicio del PP.
Si el partido de Pablo Casado atrae los sufragios que supuestamente perderá el partido de Albert Rivera, le robará algún escaño y se acercará al PSOE.
Un PSOE que corre el riesgo de debilitarse por la aparición de Más País precisamente en A Coruña y Pontevedra, provincias en las que la batalla se prevé muy interesante.
Las Castillas y la España vaciada
En Castilla y León, hace seis meses, Ciudadanos arañó un escaño en todas las provincias menos en Soria. En Castilla-La Mancha hizo lo propio en todas menos en Cuenca. Ocho escaños en una, cuatro en otra.
La aparición de la formación naranja en las dos Castillas fue la punta de la lanza con la que Rivera y los suyos quebraron el bipartidismo habitual en ambas, y fue un síntoma de la energía con la que desembocó en la España vaciada, como también en Aragón.
Diecinueve diputados sumó en las circunscripciones de menos población (las que dan al Congreso dos, tres, cuatro y cinco escaños). Los promedios de los sondeos vaticinan un descalabro de Cs aquí.
El PP es el que parece que se quedará con ese botín, aunque el PSOE está al acecho. Vox lo tiene más complicado porque debería acaparar muchos votos nuevos.
Andalucía y la pelea Casado-Rivera
Otra comunidad en la que la pelea Casado-Rivera promete, esencialmente porque a ella se unirá Santiago Abascal. El PP se dejó en abril 12 escaños en comparación con el rédito de 2016; Cs pasó de 7 a 11 y Vox arrebató seis.
Hay provincias en la que los márgenes son estrechos: en Sevilla y en Cádiz los «naranjas» doblegaron a los «azules», mientras que en Huelva los azules aventajaron a los naranjas en 300 votos, en Granada en unos 6.000 y en Córdoba y en Málaga en unos 10.000 y 13.000, respectivamente.
Errejón, incógnita en Madrid, Valencia…
El PP notó la dureza de la debacle del 28A en Madrid, ya que PSOE y Cs le relegaron a la tercera plaza: casi 700.000 votos y siete escaños. Vox, con más de medio millón de papeletas, culminó el asedio.
En el trecho que va del resultado de Abascal al de Rivera, hay unos 250.000 votos. Cómo se muevan estos marcará la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Por un alambre similar puede que ande la izquierda. Íñigo Errejón se presenta aquí y puede rasgar el colchón amplio del PSOE, más de un millón de votos, y el más fino de Unidas Podemos, poco por encima de 600.000.
Valencia y Alicante albergarán disputas voto a voto. Las escaramuzas entre PP y Cs se explican por la exigua ventaja que Casado sacó a Rivera en ambas: casi 2.000 votos en la primera, unos 1.500 en la segunda.
Compromís, gracias a la coalición con Más País, confía en mejorar su magro resultado de abril para, al menos, capturar uno o los dos escaños valencianos de Vox. Si lo logra, habrá atraído a votantes de Unidas Podemos y del PSOE.
Cataluña, ¿imposible Predecir?
La convulsión política y social catalana puede generar un efecto electoral imposible de predecir ahora. Qué partido independentista concentrará el malestar, qué nivel de resistencia tiene el PSC, qué sucederá con las tres fuerzas de la derecha…
Los socialistas catalanes ganaron en Barcelona a ERC y retuvieron escaño en Tarragona, Lleida y Girona. ¿Repetirán? En Comú Podem mantuvo el tipo, especialmente en la capital catalana. ¿Seguirá así? El PP prácticamente se evaporó (sólo un escaño por Barcelona) y Cs padeció un severo retroceso. ¿Comienzo de una tendencia?
Por su parte, los partidos independentistas miran de reojo a la CUP. Algunas encuestas le atribuyen dos escaños en Barcelona, convertido ya en un escenario clave, por muchos motivos, del 10N.