El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha explicado que al seminarista que falleció el sábado mientras jugaba un partido de fútbol con sus compañeros en el seminario ‘San Ildefonso’, se le detectó el pasado verano una miopatía, pero le permitieron hacer deporte «sin que la competición fuera muy fuerte» El arzobispo ha explicado a preguntas de los periodistas tras visitar las obras de restauración y rehabilitación que se realizan en el edificio del antiguo Colegio de Infantes, que el seminarista fallecido, Jean Bosco Nduwarugira, de 32 años, natural de la diócesis de Gitega (Burundi), cursaba cuarto de teología.
Sobre los detalles de su muerte, ha concretado que ocurrió después de rezar vísperas que «salieron a jugar un partido de fútbol, seis contra seis» y en un momento del juego, ha añadido, «se sintió mal, se sentó y sus compañeros, viendo que iba perdiendo la consciencia, enseguida llamaron al 112».
Ha añadido que, incluso, «un seminarista, que es ayudante de enfermería, le hizo la recuperación, pero el corazón no respondía», hasta que llegaron dos dotaciones del 112 y fue atendido por una doctora, «pero fue imposible» su reanimación.
El arzobispo ha confirmado que el fallecido seminarista fue ingresado en el Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia, y que, ahora, «estamos haciendo todos los trámites para repatriarlo a Burundi», como es el deseo de su familia.
Ha resaltado que, también, se está a la espera de tener la pertinente autorización para poder celebrar un funeral.
Según el arzobispo, el hecho «ha causado un impacto muy fuerte» entre los 80 seminaristas que cursan estudios, en especial entre los que han sido sus compañeros de curso, «porque todos viven en una convivencia muy estrecha y mantienen mucha relación».
«Es un poco triste, no hemos podido hacer otra cosa», ha subrayado Braulio Rodríguez, quien ha confirmado que «al parecer tenía una miopatía. Este verano tuvo algún pequeño problemilla, pero el médico le dijo que no era un problema muy serio, que podía hacer deporte sin que la competición fuera muy fuerte».
Ha lamentado que «a veces ocurre que no estás enfermo, que estás en plenas facultades y te ocurre una parada cardiaca que no hay forma de poderla solventar».