La Policía Nacional ha detenido en el municipio madrileño de Leganés a los ocho miembros de una organización criminal dedicada al robo en comercios de telefonía móvil en distintas provincias, entre las que figura Ciudad Real, la mayoría mediante el método del alunizaje.
Según informa la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la organización se había especializado en este tipo de asaltos, para los cuales contaba con vehículos de alta gama, otras que hacía de lanzadera para advertir la presencia policial y unos últimos que servían de «guardería» para almacenar el botín.
La Policía atribuye a esta banda el robo de al menos once comercios en Manises (Valencia), Burriana (Castellón); Arroyomolinos, Coslada, Majadahonda, San Sebastián de los Reyes (Madrid); Tomelloso (Ciudad Real) y Pamplona.
Fue en mayo cuando la Policía inició las pesquisas tras un robo en un establecimiento en Pamplona, donde la banda logró apoderarse de un buen número de móviles y tabletas.
Las investigaciones de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Navarra consiguieron constatar que alguno de los ladrones residía en la localidad madrileña de Leganés.
Finalmente, los agentes practicaron una entrada y registro en el domicilio, en el que consiguieron localizar e intervenir un gran número de terminales de telefonía móvil que pudieran formar parte del material sustraído y que la vivienda pudiera estar siendo utilizada a modo de centro de operaciones y de “guardería”.
Durante el registro, los investigadores incautaron, junto a los aparatos de telefonía, gran cantidad de documentación, entre la que se encontraban albaranes y libros de contabilidad de la organización.
En la investigación de esos robos detectaron que todos ellos se cometían con gran celeridad mediante la técnica del “alunizaje”, aunque también algunos se perpetraron con el uso de mazas y palanquetas para forzar el cierre.
En una de sus acciones cometida en un centro comercial de Majadahonda (Madrid) llegaron a embestir con el vehículo varias barreras de seguridad para, finalmente, estrellarlo contra las puertas de acceso al centro.
En el momento de la entrada y registro del domicilio no se localizó a ninguno de los presuntos autores, si bien actuaciones posteriores permitieron la localización y detención de los componentes de la organización.