Los presentes, pacientes y personal sanitario, aún no han salido del asombro en el que cayeron cuando en la mañana del viernes 22 presenciaron cómo un paciente enfadado le tiraba su orina a un enfermera en la cara.
Los hechos se produjeron a primera hora de la mañana de ayer, sobre las 8.30, en la sala donde, cada viernes, se practican extracciones de sangre y tomas de orina en el centro de salud de Escalona. Uno de los pacientes que acudía para una prueba con su orina pidió ser atendido y cuando le dijeron que tenía que esperar unos minutos a que finalizasen las extracciones de sangre se dirigió a la enfermera que le había informado y le tiró a la cara el bote que llevaba, con su orina dentro.
Además, según fuentes consultadas por encastillalamancha.es, este individuo zarandeó a la enfermera, que inmediatamente fue tras él para pedirle que se identificara, con intención de presentar una denuncia contra él.
LOS PACIENTES SE ENCARARON
Los pacientes reprocharon vehementemente su comportamiento a este individuo, vecino de Escalona y cuya pareja se encuentra en una casa de acogida, según han contado a este periódico fuentes de toda solvencia.
Éste se vio obligado a pedir disculpas y dio su identidad, por lo que la enfermera agredida prepara una denuncia, que se presentará en los próximos días.
UNA MÉDICO Y UNA ENFERMERA FUERON RETENIDAS A PUNTA DE NAVAJA EN ESTE CENTRO
Según las fuentes consultadas, no es la primera vez que se produce un altercado en este centro. Hace aproximadamente dos años una médico y una enfermera fueron retenidas a punta de navaja por un paciente. Pero ha habido más incidentes, aunque no de tanta gravedad. De hecho, este centro está considerado como uno de los lugares conflictivos.
Los hechos que les acabamos de relatar han desatado mayor preocupación aún entre los profeiosnales de estas dependencias sanitarias que, como muchos otros, se ven indefensos para hacer frente a situaciones de alteración del orden, e incluso violencia, que son cada vez más frecuentes.
La falta de seguridad es una queja del colectivo sanitario, que pide más recursos de vigilancia y mejor distribuidos, ya que consideran que se protegen centros que no presentan problemas y se dejan abandonados otros de núcleos más pequeños pero con mayor riesgo de altercados.
No solo se temen agresiones fícias sino que, como este caso, el comportamiento del paciente representa una clara amenaza para la salud, al verterse un fluido, que se sospecha puede estar infectado, sobre la cara de una enfermera.
Los hechos se pusieron inmediatamente en conocimiento del Sescam, que contactó con la enfermera para ofrecerle apoyo psicológico y jurídico si procedía a denunciar, como así será.