La empresa de autobuses Rubicar, que debe nóminas a sus trabajadores, ha decidido suspender de manera unilateral varias de sus líneas por falta de combustible, «una situación que es llamativa y que evidencia lo que viene denunciando desde hace meses CCOO: la desinversión por parte de la empresa que puede afectar hasta la seguridad de los usuarios de las líneas y del transporte escolar».
En nota de prensa, el sindicato demanda que la Junta de Comunidades, «que ha sido parte en la situación que se encuentra la empresa», adopte medidas para poner fin a una situación «impresentable» y que vele por los intereses de los usuarios y de los trabajadores.
«No se puede comprender tanta inacción durante meses en una situación que para los trabajadores y sus familias es dramática y es necesario que después de tanto desaguisado se adopte inmediatamente una solución que reponga la legalidad y garantice a los empleados de las empresas que puedan seguir trabajando y cobrando sus salarios».
Del mismo modo, CCOO demanda soluciones para los usuarios que también son perjudicados por la falta de inversión, «por el culebrón empresarial generado con la UTE y con el conflicto laboral provocado como consecuencia de las actuaciones de la empresa y de la administración».