Durante más de una hora la consejera de Empleo y Economía, Carmen Casero, ha departido en privado y en un tono cordial, según las partes, con los secretarios generales de CC.OO. CLM, José Luis Gil; UGT CLM, Carlos Pedrosa; y el presidente de la Confederación de Empresarios de CLM, Ángel Nicolás, para abordar distintas cuestiones que tienen que ver con planes de su departamento.
No es la primera vez que se produce la escena en lo que va de año. Aunque los contactos se han mantenido hasta ahora fuera de los focos. El de hoy venía precedido por varias reuniones de mesas técnicas en los segundos niveles de sindicatos, patronal y administración autonómica.
El encuentro ha sido confirmado por encastillalamancha.es entre las partes y la propia consejera ha manifestado a este periódico que no es ni la primera ni la última reunión que mantiene de estas características, al tiempo que ha añadido es una prueba irrefurtable de que en Castilla-La Mancja «sí hay diálgo social». De hecho, fue la consejera personalmente quien convocó la reunión.
En este sentido, las fuentes consultadas por encastillalamancha.es han afirmado que será la propia Casero quien presente una especie de agenda o marco global con los temas que van a formar parte del diálogo social en Castilla-La Mancha.
Según todas las fuentes consultadas, el tono de la reunión ha sido cordial y agradable. Los sindicatos insisten en la necesidad de abordar acuerdos en políticas activas de empleo y la Consejería pretende avanzar por la senda del diálogo para el Plan de Empleo Joven que acaba de aprobar la Junta, así como en el Plan de Inversiones y Creación de Empleo (PICE) que presentó a finales del año pasado la presidenta, María Dolores de Cospedal.
Hoy mismo en castillalamancha.es publica una entrevsita con Carlos Pedrosa, secretario regional de UGT, quien hablaba de un clima de prediálogo social y de contactos para limar asperezas y desconfianzas, especialmente entre Gobierno y sindicatos.
Esos encuentros ya se han producido al máximo nivel en varias ocasiones, aunque ninguna de las partes quiere lanzar aún campanas al vuelo sobre posibles o inmediatos acuerdos, pactos que, por otra parte, tampoco se descartan.