Pueblos Vivos Cuenca ha denunciado que el Gobierno regional ha autorizado hasta 32 macrogranjas porcinas en zonas contaminadas por nitratos de la provincia de Cuenca y una más en fase de tramitación y que están distribuidas en 14 municipios conquenses, con un tamaño medio por macrogranja de 2.681 plazas.
Así lo recoge el informe ‘Macrogranjas en Zonas Vulnerables en la provincia de Cuenca’, que ha presentado este lunes, en el que se mantiene que el cambio climático «no ha hecho más que agravar una situación, puesto que el descenso de las aportaciones hídricas ha incrementado la concentración de nitratos y nitritos».
En nota de prensa, Pueblos Vivos ha indicado que ya existen 120 expedientes de macrogranjas proyectadas en 27 municipios declarados como Zona Vulnerable en la provincia de Cuenca durante lo que va de siglo. El tipo de ganado producido es principalmente avícola y de porcino.
Iniesta, Landete, Villanueva, Quintanar…
Los municipios dentro de la Zona Vulnerable que más macrogranjas tienen son Iniesta con un total de 17, seguido de Landete y Villanueva de la Jara con 12 macrogranjas, después Quintanar del Rey con 11 y Ledaña con 8.
Esta plataforma ha informado de que fue partir de 2011 cuando se incrementa el ritmo de concesión de permisos a macrogranjas porcinas en zonas contaminadas por nitratos, en concreto 19 autorizaciones desde 2011 hasta 2019. «La ubicación en zonas vulnerables no ha frenado a la Junta a expedir las correspondientes autorizaciones. Entre 2016 y 2019, aumenta aún más el ritmo de autorizaciones con un total de 15 macrogranjas porcinas», han denunciado.
De ahí que esta plataforma haya tildado de «inadmisible e insensato» que el Gobierno regional autorice macrogranjas porcinas en zonas previamente contaminadas por nitratos «por el riesgo de empeorar aún más la calidad de las aguas».
«Es el caso de Torrejoncillo del Rey, cuya agua de boca no es potable debido a la actividad de las macrogranjas porcinas de Huerta de la Obispalía, tal y como se recoge en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha», han indicado.
Por todo ello, Pueblos Vivos ha asegurado que todos estos datos desmienten las afirmaciones del delegado de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Joaquín Cuadrado, que ha declarado en varias ocasiones «que no existe riesgo de contaminación de los acuíferos por purines en la provincia de Cuenca, afirmando que la mayoría de las macrogranjas porcinas están planteadas para instalarse fuera de las zonas vulnerables de contaminación por nitratos de origen agrario».
Reclaman una moratoria a la autorización de macrogranjas
Así las cosas, desde esta organización, que conforman las plataformas locales de veinte municipios además de Ecologistas en Acción Cuenca, han reclamado pedir una moratoria a la autorización de nuevas macrogranjas en Castilla-La Mancha hasta que no exista un sistema de control efectivo sobre la gestión de los purines.
De igual modo, han reclamado establecer una normativa que no permita la instalación de ninguna macrogranja porcina en las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos, y una evaluación ambiental estratégica de los planes de implantación de las macrogranjas porcinas en la provincia de Cuenca.
Por último, han exigido que se publiquen los datos actualizados de cabaña ganadera por municipios, así como los resultados de las analíticas que realiza la Consejería de Sanidad del agua de abastecimiento de todos los pueblos de la región, así como otras analíticas de aguas subterráneas.