El Museo de Cerámica de Talavera de la Reina ha esperado 17 años y 17 días a que llegue el día del lunes 4 de marzo y se inaugure su ansiada ampliación en el Liceo, que acogerá uno de los más importantes e interesantes conjuntos de azulejería de Talavera, la cerámica admirada y reconocida en todo el mundo desde hace siglos. La historia de este Museo comenzó hace 50 años, en septiembre de 1963, cuando el Estado adquirió a la familia de ceramistas Ruiz de Luna la colección que había reunido Juan Ruiz de Luna. Aunque en realidad la historia comienza varias décadas atrás, cuando Juan Ruiz de Luna aglutinó una de las más importantes colecciones de cerámica de Talavera de los siglos anteriores.
Durante décadas, las piezas que conforman la colección permanente de este museo estatal estuvieron ubicadas en el antiguo museo privado de los Ruiz de Luna -un local situado en la plaza del Pan- y, después, en los sótanos del edificio del Banco de España.
Así estuvieron hasta que el 14 de febrero de 1996 el Museo de Cerámica Ruiz de Luna reabrió sus puertas al público en el antiguo y rehabilitado convento de los agustinos.
Después de tantos años de espera, aquel 14 de febrero de 1996 la inauguración del Museo no tuvo el esplendor que se esperaba porque el asesinato de Francisco Tomás y Valiente, expresidente del Tribunal Constitucional, por parte de ETA truncó el acto protocolario al que iban a asistir la entonces ministra de Cultura Carmen Alborch y el presidente de Castilla-La Mancha José Bono.
Prácticamente desde ese primer momento se proyectó la ampliación del Museo en el edificio colindante, la antigua y monumental iglesia de San Agustín que es más conocida en la ciudad como el Liceo y que a partir del lunes acoge uno de los mayores conjuntos de azulejería de cerámica talaverana.
Consequir esta ampliación ha sido el objetivo que han perseguido tanto la Dirección del Museo como su Asociación de Amigos ya que la azulejería necesita un lugar amplio y con características propias para mostrar azulejos, diferentes a las que tenía el Museo hasta ahora, que estaba proyectado para piezas de cerámica.
«LO MÁS FAMOSO ES LA AZULEJERÍA»
«Lo más famoso y valorado de la cerámica de Talavera, casi más que sus piezas de forma, es su azulejería. Y el hecho de exponer ahora la azulejería es muy importante, porque se requería un espacio especial, amplio, que pudiera acogerlo», han destacado en la Asociación de Amigos del Museo de Cerámica de Talavera.
Entre las piezas más destacadas que se podrán visitar en el Museo están el escudo de Santa Catalina, que realizó Gaitán en 1609; la fachada de la antigua fábrica de Ruiz de Luna, el tríptico de Madre de Dios (siglo XVI), que es una de las más completas imágenes de la Inmaculada Concepción realizada en azulejería, y el peinador de Velada.
Este peinador era una habitación íntegramente revestida con azulejería de Talavera del siglo XVII (incluido el techo abovedado) que formaba parte de una noble casa de la localidad toledana de Velada.
Cuando el peinador se adquirió para el Museo de Cerámica la azulejería quedó depositada en 30 cajas de madera que incluyen cientos de pequeños azulejos que se han restaurado y colocado y que a partir de mañana se pueden disfrutar.
Otras obras interesantes de azulejería que mostrará el Museo en su ampliación son las que realizó la fábrica de Ruiz de Luna para un caserío de Vicuña (Irún) y las que vistieron un vestíbulo, el descansillo y la escalera de una vivienda de Gálvez (Toledo).
El Ruiz de Luna es un museo de titularidad estatal, aunque gestionado por el Gobierno de Castilla-La Mancha, que comparte dirección con el Museo de Santa Cruz de Toledo.
En los últimos tres años se han apuntado varias fechas para inaugurar el Liceo como ampliación del Ruiz de Luna, pero finalmente el acto del lunes, cuando han transcurrido 17 años y 17 días desde que el convento de San Agustín iniciara su andadura como Museo de Cerámica.