«Días antes de la entrada de la primavera, se celebra un día importante en el calendario porque ellas son esa flor que germina cada día con más fuerza, afortunadamente para toda la sociedad mundial.
Son muchos siglos de lucha para que las mujeres encuentren el sitio que les corresponde por justicia en la Historia de la Humanidad y no me equivoco si digo que el siglo actual va a ser clave para la consolidación de esta parte de la sociedad que en otros tiempos pasados fue tan dura e injustamente tratada, incluso algunas condenándolas a la hoguera como en el caso de la heroína Juana de Arco y ahora, invoco a esa hoguera para que sea la que queme de una vez por todas esos episodios malditos que han hecho de la mujer alguien que jamás mereció el trato que estaba recibiendo.
El valor de las mujeres no puede ni debe residir sólo en su papel de madre, hija, hermana o esposa sino también como ser humano capaz, útil y transformador de la sociedad.
Hay célebres mujeres que han provocado avances importantes en la vida del ser humano tanto en el mundo de la Ciencia como en el del Arte o la Política como Marie Curie, Clara Campoamor, Victoria Kent, Gloria Fuertes, Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán y un afortunado largo etcétera y digo afortunado puesto que no hay mayor fortuna en esta vida que entenderla ésta como un legado histórico que con el paso del tiempo nos ha ido dejando un importante número no sólo de hombres sino también de mujeres aunque aún sea menor el de ellas que el de ellos.
Es necesario reivindicar el valor de las mujeres y de todos aquellos movimientos sociales en torno a la importancia de éstas en la sociedad como son todas aquellas asociaciones que trabajan diariamente para que sea reconocido el trabajo de ellas y es por eso que ahora el término «feminista» sea algo que no sólo es exclusivo de las mujeres sino también de aquellos hombres que consideramos que todo lo que tenga que ver con el avance en derechos de la mujer, es también progreso de todos hacia un futuro mejor donde juntos, hombres y mujeres, podamos construir sobre todo un mundo más igualitario y más justo empezando por ejemplo equiparando el sueldo de un hombre y una mujer cuando ambos realicen el mismo trabajo a la vez que atajar de una vez por todas el desempleo que afecta aún más a las mujeres que a los hombres por el hecho de ser mujer así como la necesaria conciliación de trabajo y familia (no puedo olvidarme de empresas que despiden a mujeres porque han sido madres, eso debe desterrarse de una vez por todas dado que no es ningún impedimento sino un factor de crecimiento).
Considero de vital importancia todas aquellas iniciativas políticas en favor de la igualdad de trato, de la no violencia de género que tantas vidas se está llevando en todos los países del mundo por el no tan simple hecho de ser mujer donde frases como «la maté porque la quería» ó «si no eres mía, no eres de nadie» deben ser desterradas al olvido estando juntos actuando con firmeza contra todas esas conductas que hacen tanto daño al conjunto de la ciudadanía no sólo española sino mundial (aún en países del llamado Tercer Mundo, se considera a la mujer un «ser inferior al hombre»).
A veces me preguntan sobre cómo definiría a una mujer y poéticamente digo que son como las rosas que según las vas deshojando te van gustando más porque hoja a hoja te vas embriagando de su intenso perfume hasta hacerte preso de él aunque, a decir verdad, no podemos quedarnos en esa definición puramente sentimental sino trasladarla al mundo exterior de tal manera que ese «perfume» debe ser el olor necesario para seguir por un camino de entendimiento que nos haga crecer día a día y no sólo cada 8 de marzo. Si me parece bien este día para unirlo además a la estación de la primavera, es porque ellas son las rosas que nacen para hacer un mundo más justo y sobre todo mejor para todos, incluso para los hombres y por eso expreso en forma de deseo lo que dice el título de este artículo porque así lo siento y así debe ser: que siempre sea 8 de marzo.
Por sus derechos y su libertad.
Dedicado a todas ellas».
Diego Ruiz es maestro y militante del PSOE.