lunes, 25 de noviembre de 2024
juicio por el asesinato en Villanueva de la Jara 05/03/2013junio 13th, 2017

Varios testigos han confirmado, durante la segunda jornada del juicio por asesinato en Villanueva de la Jara (Cuenca) en 2010, que el acusado actuó con normalidad y se dejó ver con su hijo los días siguientes a la muerte de su ex pareja, entre el 11 de julio y el 15, día en que fue descubierto el cadáver y detenido el acusado.

Algunos de los testigos han afirmado incluso que el acusado, R.F. les dijo que la víctima y él habían vuelto a vivir juntos.


El lunes, durante la primera jornada del juicio, el procesado reconoció que mató a su ex pareja, Z.E.G., y que mantuvo el cadáver escondido durante cuatro días, en la vivienda donde estaban él y el hijo de ambos, de 20 meses.

En la mañana del martes han declarado familiares de la víctima, compañeros de trabajo del acusado y varios agentes de la Guardia Civil y la Policía Judicial que descubrieron el cadáver en la vivienda de Villanueva de la Jara el 15 de julio a mediodía.

Los testimonios han puesto de relieve que desde el domingo 11 hasta el jueves 15 de julio de 2010, el acusado fue con su hijo a un bar de la localidad, y pasó por su trabajo dos veces, una de ellas para pedirle a su jefe dinero.

Según reconoció el lunes el propio acusado, con este dinero compró posteriormente el insecticida y el desodorante que utilizó sobre el cadáver, para intentar camuflar el olor y matar los insectos.

La encargada del bar Avenida de Villanueva de la Jara, F.O., ha explicado que el lunes 12, un día después de la muerte, el acusado fue al bar con su hijo y, al preguntarle ella, le dijo que el niño y la madre estaban viviendo con él de nuevo.

A preguntas de la fiscal, la encargada del bar ha señalado que el acusado y su hijo fueron a comer también martes y miércoles.

Por su parte, F.E.Y., prima de la víctima, ha señalado que ésta la llevó el viernes 9 hasta Tarazona de la Mancha (Albacete) y le dijo que se iba de viaje con el acusado.

El martes, y después de varios días intentándolo, F.E.Y. ha afirmado que llamó a su prima y el acusado le cogió el teléfono, le dijo que ya habían vuelto a vivir juntos y que todo iba bien, pero cuando quiso hablar con la víctima le replicó que él estaba haciendo la compra y ella se había quedado en casa.

El jueves por la mañana, la familia recibió una llamada del centro de la mujer de Quintanar del Rey, donde residía la víctima, que les explicó que el niño de 20 meses estaba ingresado en el Hospital de Albacete tras haber sufrido un accidente y sin su madre, por lo que empezaron a buscarla.

Acudieron a J.S.P, el jefe del acusado, que les indicó la vivienda donde residía R.F., que estaba cerrada y de la que salía un olor muy fuerte y desagradable, y al no recibir respuesta llamaron a la Policía.

Por su parte, cuatro agentes destinados entonces en las localidades conquenses de Iniesta y Quintanar del Rey han señalado que, en torno a las tres de la tarde del jueves, acudieron a la vivienda del acusado, en cuya puerta había ya algunos familiares, y al mirar por la ventana con una linterna vieron «un brazo humano bajo una cama», por lo que precintaron el lugar y avisaron a la Policía Judicial.

Por su parte el instructor del caso, que estaba a cargo entonces de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de forma accidental, ha reconocido respondiendo a preguntas de la defensa que el acusado, tras ser detenido, reconoció los hechos y facilitó «algún dato» que permitió llenar «un lapso de tiempo que no sabíamos qué había pasado, y él dio un relato coherente».

El instructor ha señalado la actitud del acusado fue de «máxima colaboración», y no intentó «mentir ni tergiversar la realidad», aunque ha afirmado que el acusado no mostró arrepentimiento alguno por lo que había hecho.

Asimismo, la tía y la prima de la fallecida han asegurado que ésta era una madre que no se separaba de su hijo y que estaba muy pendiente de él, frente a la afirmación del acusado que el lunes aseguró que el niño «no quería a su madre».

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