El salón de actos municipal de Villaseca de la Sagra (Toledo) acogió la primera de las charlas coloquios programadas en las XIII Jornadas Taurinas que un año más el Ayuntamiento de la localidad ha organizado dentro de la programación anual de actividades culturales, jornadas ya reconocidas a nivel nacional, las cuales ya en el primer día pusieron el “no hay billetes” gracias a la presencia de los ganaderos de toros de lidia.
Todos los ganaderos presentes destacaron que las ganaderías de lidia no están atravesando su mejor momento, hasta el punto de ser un mal negocio por la gran cantidad de ganaderías que existen en el territorio nacional, los altos costes en alimentación y los altos costes laborales y sociales del mantenimiento de las fincas.
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Durante su exposición, Leopoldo Sainz de la Maza indicó que “el momento que viven las ganaderías es muy complicado como los que vive la sociedad española”. Asimismo señaló que «habría que criar un toro bravo que dé espectáculo y no enfocado al torero, y luego que se ponga delante el que pueda o quiera”. Con respecto a la crisis, comentó “que en esta época las corridas de toros suponen un gasto importante para las familias, no se puede forzar la máquina solo de un lado, los aficionados, sino que también las partes implicadas, ganaderos, empresarios y toreros deberíán hacer algo”.
Respecto al coste económico del toro, señaló que “es bastante alto porque sale a la plaza con cuatro años, tres en el caso de los novillos, cuatro años que el toro está viviendo a cuerpo de rey en el campo, muy cuidado sanitariamente, con una alimentación natural en una serie de hectáreas de dehesa que contribuyen al mantenimiento del hábitat natural que de otra manera no existiría”
Sobre su no inclusión en la Feria de Sevilla, de la Maza señaló con resignación que “después de 20 años lidiando en Sevilla y debido a la crisis», al menos lleva una novillada, y espera ir a Madrid con una corrida de toros.
Por otro lado, tras el fallecimiento de Salvador García Cebada, fundador en 1960 del hierro de los Herederos de José Cebada Gago, sus hijos Salvador y José Javier llevan el rumbo de una ganadería emblemática del campo bravo nacional que se puede considerar encaste propio y que ha lidiado un total de 26 corridas en la Feria del Toro de Pamplona, habiendo logrado un total de seis premios a la mejor corrida de los San Fermines y otros cuatro al mejor toro.
Salvador Cebada Gago señaló: “Tenemos nueve o diez corridas de toros y unas cinco novilladas picadas que lidiaremos en plazas francesas, además de Pamplona, Zaragoza…”. Asimismo, el ganadero gaditano espera «que se den bien las corridas como el año pasado, que fue una temporada muy buena, con toros importantes». «Nos llevamos», agregó, «el premio a la mejor corrida de Pamplona con una corrida bastante completa; y la de Zaragoza tuvo toros muy buenos, como en Francia”.
ROMÁN SERANDO PIDE MÁS APOYO DE LOS POLÍTICOS
El ganadero de Román Sorando, Juan Román García Sorando, fue el más claro en su exposición y en sus ideas indicando que “los políticos españoles deberían de involucrarse más y dar un pase al frente para apoyar la Fiesta de los Toros, que son cultura, por lo que deben ser bien de interés cultural para favorecer a todos, a ganaderos, empresarios…” Con respecto a la prensa, señaló que “deben ser asimismo los que apoyen y ayuden en la promoción de los toros porque son fundamentales”.
El ganadero de Román Sorando indicó que “una ganadería no se hace ni en 10 ni en 15 años, como bien dicen tanto Salvador Cebada Gago como Leopoldo Sainz de la Maza, que llevan muchos años dedicados al toro bravo, esto es una continuidad».
“Quise ser torero, toda mi vida está ligada al toro”. Con esta palabras inició el ganadero de Montealto, Agustín Montes Díaz, el más joven de los presentes. Agustín Montes compartió sus experiencias desvelando sus inicios en el mundo del toro, afición que adquirió a través de su padre probando suerte como novillero. “Yo quería más como ganadero; me fui a mi casa, cogí el libro de la unión y marqué tres nombres de ganaderos: Juan Pedro Domecq, Santiago Domecq y Luis Algarra. Llamé a Luis Algarra, y tras llegar a un acuerdo le compré un lote de vacas, después llamé a Paco Medina y le compre otro lote de El Ventorrillo. Esta fusión da vida al encaste que he buscado siempre”, explicó.
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