«No pretendemos perjudicar al pequeño comercio, todo lo contrario, intentamos que al pequeño comercio se le pueda proteger su capacidad de emprender. Pero se tiene que adaptar a la realidad de un comercio muy competitivo».
Se refería Francisco Cañizares, portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, a la nueva ley de flexibilización y dinamización del comercio en la comunidad autónoma, que PP y PSOE debaten estos días en la Comisión de Asuntos Generales del Parlamento regional.
Una ley en la que, también lo anunció el diputado socialista José Molina, ambos partidos tienen muy aproximados los conceptos y de las 21 enmiendas que ha presentado el PSOE, «un tercio pueden ser aceptadas y en otro tercio podemos llegar a un acuerdo», recalcó Cañizares.
Y para no perjudicar al pequeño comercio, «los 12 días festivos al año que se van a poder abrir los comercios estamos estudiando que entren de forma escalonada». Fórmula que se estudiará bien porque «hay comunidades vecinas que producen un ataque a nuestro pequeño comercio porque abren más, con horarios más amplios. Por eso queremos darles las máximas armas posibles al pequeño comercio para el desarrollo de su actividad, limitando ciertos asuntos también se les puede beneficiar».
De ahí que Cañizares entienda que «con la ampliación de horarios y del período de rebajas también se va a beneficiar al pequeño comercio», a pesar de que ayer mismo la Federación de Empresarios de Toledo (Fedeto) dijo a través de su secretario general, Manuel Madruga, que la liberalización de los horarios comerciales «es lo peor que nos podía pasar».