La Plataforma de la Ley de Dependencia de Castilla-La Mancha niega que exista «fraude» en el cobro de prestaciones por parte de dependientes fallecidos y sostiene que el consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, «manipula la información o desconoce la legislación».
En un comunicado firmado por el presidente de la citada plataforma, José Luis Gómez-Ocaña, se afirma que han podido constatar que no existe fraude alguno en el cobro de prestaciones de dependencia. Y ello porque el sistema informático de cruce de datos saca a la luz, como lleva sacando durante años, los casos de dependientes fallecidos, afirma la citada plataforma.
No obstante, indican que se han dado casos de prestaciones que durante algún mes después del fallecimiento se han cobrado, pero que una vez constatada dicha anomalía se ha solicitado la devolución de las cantidades cobradas y esta devolución se ha producido en más del 98 por 100 de los casos sin más incidencia.
En este sentido precisan que en los escasísimos casos en los que no se ha producido contestación alguna por parte del interesado se ha procedido a tramitar por vía ejecutiva por parte de la Consejería de Economía y Hacienda el proceso de requerimiento de apremio de las cantidades.
«El consejero Echániz vuelve a faltar a la verdad o desconoce la maquinaria administrativa entre comunidades e Imserso cuando afirma que se han perdido cuatro millones de euros por el cobro de prestaciones por parte de 3.700 fallecidos», afirma el presidente de la citada plataforma de dependientes.
Echániz -añade el comunicado- debería conocer por el cargo que ocupa que el Imserso regulariza mensualmente las cantidades que libera a cada comunidad autónoma del nivel mínimo, es decir, del número de prestatarios de la Ley de Dependencia y que en el caso de haber recibido cantidades indebidas éstas se descuentan de la cantidad a liberar en el mes en curso.
Por tanto, «es de una singular gravedad las manifestaciones de un servidor público que esconde su incapacidad y aviesas intenciones con los dependientes mediante el engaño, la mentira y la falsedad», señala Gómez-Ocaña.