El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado este miércoles que el Gobierno regional va a reclamar al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de que el Avlo, el AVE low cost, tenga parada en Guadalajara.
Así lo ha señalado en el desayuno informativo organizado por el periódico «Nueva Alcarria» en Guadalajara y donde han asistido también otros miembros del Ejecutivo autonómico, como el vicepresidente regional, José Luis Martínez Guijarro.
Durante su intervención y refiriéndose a la provincia de Guadalajara, García-Page ha señalado que el Gobierno regional va «a reclamar que tenga parada aquí el AVE low cost y se mejoren las frecuencias de los servicios ferroviarios más utilizados».
En palabras del presidente regional, «Guadalajara crece y crece bien en conjunto» y «no hay semana en la que no haya empresas interesadas en instalarse en ella».
García-Page ha destacado, de entre los proyectos de la capital alcarreña, el nuevo campus universitario «moderno y avanzado» y el nuevo hospital y ha señalado que «pocas provincias tienen proyectos tan ambiciosos».
En lo relativo al asunto del agua, que afecta directamente a la provincia, y preguntado por si cree que será posible el fin del trasvase Tajo-Segura, García-Page ha afirmado que no duda de que será así, en primer lugar «por falta de agua».
«El modelo no se sostiene, no hay vuelta de hoja”, ha advertido el presidente castellano-manchego, que ha afirmado que la presión de la comunidad autónoma contra el trasvase «ha servido para plantar cara» a las derivaciones de agua.
Asimismo, ha señalado que se han ido consiguiendo avances como la decisión de sumar a los municipios ribereños a los órganos donde se deciden los trasvases o la promesa que le hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de duplicar la capacidad de desalación en el Levante para 2021, asunto sobre el que ha especificado que «las obras para ello ya están en marcha».
También ha apostado por establecer nuevos caudales mínimos para el río Tajo que permitan, a su vez, incrementar la capacidad de los embalses de cabecera, «pasando de 400 a más de 600, o 650 hectómetros cúbicos mínimos».
Por este motivo, ha avanzado que su Ejecutivo presentará alegaciones al Gobierno de España en esa dirección, teniendo en cuenta que se está «planteando un escenario bastante mejor que el que había».
En este contexto, ha invitado “al diálogo entre el Gobierno y el conjunto de la sociedad española, porque no se pueden abordar los grandes problemas de una mitad de España contra la otra. Así no se avanza”, ha señalado.
Asimismo, el presidente regional ha reiterado su intención de alcanzar una posición común y unánime a nivel regional en materia de agua, tendiendo la mano al Partido Popular de Castilla-La Mancha e invitando a esta formación a «medir el agua en metros cúbicos y no en cajones electorales, porque no es válido, y lo que está en juego es mucho», ha sentenciado.
El presidente regional también se ha referido a la Política Agraria Común (PAC) y ha indicado que «hay que tener consenso». Ha recordado que de esta negociación «dependen muchos ingresos de la comunidad autónoma, a personas, entidades y socialmente al conjunto de la región».
En su intervención también se ha pronunciado acerca de las movilizaciones del sector primario, como la que se ha producido este martes en Toledo, que ha calificado como «legítimas» y para las que ha pedido «sensibilidad» por parte de las administraciones.
En lo que respecta a Castilla-La Mancha, el presidente autonómico ha indicado que «de antemano», el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, se reunió el lunes «con todos los colectivos implicados».