El Academia Octavio no falló en su primera final por la permanencia tras vencer con bastante comodidad al Quabit Guadalajara (29-25), triunfo que le permite salir de la zona de descenso y asegurarse además la diferencia particular con el conjunto alcarreño.
La importancia de los puntos en juego se notó en el arranque del choque, donde ninguno de los dos equipos era capaz de distanciarse en el electrónico por el continuo intercambio de goles.
La igualdad fue máxima hasta el ecuador del primer acto (4-4, min.13), cuando el Academia Octavio, liderado por el central Cacheda y el extremo Cerillo, pegó un estirón (10-5, min.20) pese al tiempo muerto solicitado por el técnico visitante, Mateo Garralda, que poco después era sancionado con una exclusión por sus continuas protestas a los colegiados.
Con esa ventaja de cinco goles jugó el equipo gallego durante prácticamente toda la segunda parte (16-11,20-14, 22-17, 24-18).
El Octavio parecía tener controlado el choque, pero los jugadores de Quique Domínguez se atascaron en ataque y su rival, gracias a la aportación de su primera línea, logró meterse en el partido tras un parcial 0-5 (25-23, min.53).
Entonces, un gol del extremo Isma Juárez de penalti desatascó en ataque a un Octavio que, beneficiado por la exclusión de Bozalongo, muy protestada por el banquillo visitante, logró ampliar su ventaja hasta los cuatro goles, lo que le permite asegurarse el «gol-average» particular con el Guadalajara al final del campeonato.