La brecha salarial entre hombres y mujeres en Castilla-La Mancha se sitúa en el 26 por 100, casi 5.000 euros de diferencia, que viene determinada, esencialmente, y ademas de por la notable diferencia de salarios, por la precariedad laboral, la parcialidad y temporalidad en los contratos y la también «injusta» corresponsabilidad.
Es un pequeño resumen del tercer informe de «La brecha salarial en Castilla-La Mancha» que ha elaborado CCOO y que han abordado en rueda de prensa este viernes en Toledo las secretarias regionales de Empleo y Políticas Sociales, María Ángeles Castellanos, y de Mujeres e Igualdad, Rosario Martínez.
«Es una injusticia intolerable», ha señalado Martínez, respecto a la «discriminación laboral» que sufren las mujeres castellano-manchegas y la «profunda» brecha, tanto laboral como social, que abocan a las mujeres «a un futuro de pobreza» por la discriminación y desigualdad, a lo que se suma «la penalización por la maternidad y, con ello, la falta de corresponsabilidad».
Para la secretaria de Mujeres e Igualdad, perviven los estereotipos, hasta el punto de que la cota de inactividad de las mujeres se establece en el 58 por 100, y sólo queda para equilibrar la situación, sin que «tenga que durar décadas», que la negociación colectiva refuerce la perspectiva de género y «a igual trabajo, igual sueldo» y, también, «la gestión del tiempo, tanto dentro como fuera» del ámbito laboral.
Respecto al minucioso y exhaustivo informe -elaborado en profundidad, con comparativas desde todos los ámbitos y perspectivas, con datos de numerosas instituciones públicas, incluida la Agencia Tributaria-, el dato clave es que las mujeres cobran el 26 por 100 menos que los hombres, es decir, 4.833,64 euros menos al año.
María Ángeles Castellanos ha identificado que la brecha salarial ha aumentado en valores absolutos en los últimos años en la región, si bien se mantiene porcentualmente, y que ha empeorado si se compara con la media nacional, salvo en el caso de la provincia de Guadalajara, pero sólo en la zona del Corredor del Henares, donde la media salarial está por encima de la media española.
Entre los numerosos datos aportados en el informe, que refleja la gran desigualdad de las mujeres, Castellanos ha reseñado el 51,51 por 100 de la tasa de actividad frente al 65,43 por 100 masculino o el 40,56 por 100 frente al 57,42 por 100 en la tasa de empleo.
En cuanto a jornada, ha detallado que de las 340.900 mujeres ocupadas de media en 2019 en la región 92.100 lo han estado a jornada parcial, el 27 por 100, cuando en los hombres alcanza el 5,4 por 100, o la temporalidad de dos puntos por encima de los hombres, el 28,8 por 100, más notable en el sector público (el 32 por 100 frente al 20,8 por 100 masculino) que en el privado (27,6 por 100 y 28,3 por 100).
Además, se ha fijado como la tasa de paro femenina es del 21,27 % frente al 12,23 % masculino, con una media en el 2019 del 64 %, aún más gravoso en el caso de inactividad, y en la categoría ‘labores del hogar’, con un 94 % que el es indicador más claro de «la feminización» de los cuidados.
En colocaciones, las mujeres están en el 41 por 100 y por sectores destaca Servicios (84,5 por 100) y en Industria el 32 por 100 de los contratos ha sido de 7 días, que «no podemos llamarlo empleo y es el brutal indicador de la precariedad».
Por último, ha detallado que el mayor número de contratos femeninos (89.095) ha sido «comidas y bebidas», seguido por agricultura (44.635) -casi el 50 por 100 del total en las provincias de Albacete y Cuenca-. Rompe esta inercia Guadalajara, donde prima el almacenamiento y actividades anexas al transporte, con el 30 por 100 de contrataciones y producto de la importancia de la logística, en particular en el Corredor del Henares, aunque con la contrarréplica de que el 40 por 100 son de menos de 7 días.
En suma, según Castellanos, «las mujeres trabajan en servicios, con mayoría de jornada parcial y temporalidad» y, para quebrar la brecha, ha enunciado «el empleo de calidad, contrataciones temporales justificadas, racionalización de los horarios, reparto de la riqueza y corresponsabilidad», ha concluido.