Un «memorándum de entendimiento» que se firmará próximamente entre el Ministerio de Agricultura, la Comunitat Valenciana y Murcia reconocerá que mantener el trasvase Tajo-Segura es un «objetivo estratégico y socieconómico de primer orden para el Estado, cuya permanencia debe quedar garantizada».
Así lo ha explicado el vicepresidente del Consell, José Císcar, tras el pleno del Ejecutivo donde ha presentado un informe sobre el borrador de Plan Hidrológico del Tajo, quien ha defendido que «nunca hasta ahora un Gobierno de España estaba dispuesto a asumir una declaración tan clara respecto al trasvase Tajo-Segura».
Sobre el hecho de que Castilla-La Mancha no sea firmante del memorándum, ha señalado que el Gobierno castellanomanchego «tiene conocimiento» de su contenido y quieren que se incorpore al grupo de trabajo que se constituirá junto al Ministerio para presentar en tres meses conclusiones que mejoren el trasvase, «de obligado cumplimiento» para las partes.
La comisión de trabajo estudiará aspectos como la cesión entre regantes de bancos de agua, los supuestos en que se podrá destinar agua de los embalses de cabecera a necesidades distintas al trasvase Tajo-Segura, o la actualización de las reglas de explotación del trasvase, con una caducidad anual -y no trimestral- de las decisiones adoptadas.
El objetivo de ese memorándum, que recoge cuestiones relacionadas con el trasvase pero que al no ser propias de un plan hidrológico no se puede incluir en él, es dotar al trasvase Tajo-Segura de una serie de garantías técnicas y jurídicas que ayuden a su «efectiva consolidación» y a su «mejora», ha explicado Císcar.
El memorándum también incluye estudiar la posible derogación de la disposición adicional primera de la ley 11/2005, conocida como la «cláusula Narbona», que establecía que, conforme se pusieran en marcha desalinizadoras del Programa Agua, ese agua se restaría de las aportaciones de caudales del Tajo-Segura.
El vicepresidente ha explicado que «queda mucho camino que recorrer», pero los acuerdos que ya se han conseguido evidencian que el trasvase Tajo-Segura «va a continuar y se va a garantizar», y que en materia hídrica «es posible obtener consensos entre todas las partes implicadas» y dejar atrás «épocas de enfrentamiento».
Para Císcar, es «muy simplista» decir que han vencido los castellanomanchegos al aumentar su reserva hídrica, porque «no hay vencedores ni vencidos», y el hecho de que vaya a haber un documento firmado por el Ministerio que diga que el trasvase está garantizado «es un logro», al tiempo que ha aseverado que nunca aceptarán cuestiones que no asuman los regantes.
Císcar ha destacado que el borrador del Plan hidrológico del Tajo establece la reserva de agua a partir de la cual se puede trasvasar de los 240 hectómetros cúbicos del plan vigente de 1998 a los 400, pero será gradual durante cinco años, de forma que en la práctica la pérdida de agua trasvasable será de 10 hectómetros cúbicos al año.
Además, ha destacado que inicialmente se había planteado aumentarlo a los 600 hectómetros, y ha resaltado que se ha logrado mantener los caudales ecológicos de Aranjuez y Talavera, cuyo incremento sí que hubiera sido «letal» para el trasvase.
Respecto al Plan del Júcar, ha indicado que lo único que hay publicado en estos momentos es un decreto de demarcación, pero ha resaltado que el punto de partida es «sustancialmente diferente», ya que el borrador lo tiene que plantear la Confederación Hidrográfica del Júcar, donde la Comunitat Valenciana tiene mayoría.