El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha anunciado que se van a utilizar los pozos de recarga para tratar de conseguir un encharcamiento de entre 600 y 700 hectáreas del parque nacional de las Tablas de Daimiel, humedal muy afectado por la grave sequía.
A preguntas de los periodistas en su comparecencia para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno, Martínez Arroyo ha explicado que el humedal manchego está atravesando por una situación difícil debido a la sequía de los últimos siete años, la más grave y larga por la que pasa toda España desde 1995.
Para la supervivencia del parque nacional, si no llueve, solo hay dos alternativas: un trasvase desde los pantanos de cabecera del Tajo -Entrepeñas y Buendía- que también están en una situación «terrible» y almacenan agua solo al 26 por 100 de su capacidad, o la utilización de los pozos de recarga.
El consejero ha dicho que, en contacto con el Ministerio de Transición Ecológica, consideran que esta última es la mejor solución, de manera que los pozos de recarga ya se están probando y se pondrán en marcha previsiblemente antes de fin de mes.
Los pozos pueden aportar agua de manera directa al parque de forma que se consiga un encharcamiento de hasta 600 o 700 hectáreas, lo que supone el 40 por 100 de la superficie del parque que llega a las 1.700 hectáreas.
La situación climatológica no es nada halagüeña puesto que ya es el final del invierno, no llueve y no queda nieve que pueda aportar agua a los ríos y embalses, por tanto, se hará necesario utilizar los pozos de recarga que en su momento se construyeron en el parque.
Martínez Arroyo ha asegurado que se actuará con prudencia para no perjudicar a otras zonas y otras actividades.
Ha añadido que se trata de una actuación razonable teniendo en cuenta la situación de sequía.
El consejero ha insistido en que el uso eficiente del agua es crucial, porque es un bien escaso y un recurso público, y ha añadido que el Alto Guadiana es un ecosistema de equilibrio frágil, en el que es necesario mantener la actividad económica que aporta riqueza y mantener espacios tan singulares como las Tablas.
Tratarán de que este ecosistema pueda llegar en buen estado al verano, que es «la época más interesante para el parque y la más difícil».