La inclemencias del tiempo condicionan la natural celebración de la Semana Santa quintanareña.
Los actos comenzaban de la Semana Santa de Quintanar comenzaron con la representación de la escenificación de la Pasión, por parte de la hermandad de San Sebastián y Cristo de la Humildad, que en el último momento fue suspendida por la lluvia caída en la tarde del miércoles. Sin embargo, si salía la procesión de las Carracas ya cerca de la media noche del mismo día.
El Jueves Santo, tal y como venían las predicciones meteorológicas, el tiempo concedía una tregua y las hermandades ultimaban los arreglos de última hora para que por la tarde se diera la que al fin y al cabo sería la única procesión de las importantes, la de los Azotes o también llamada del Escándalo, única que han podido disfrutar los quintanareños y visitantes de los espectaculares desfiles procesionales.
La madrugada del Viernes Santo parecía prorrogar esa tregua de la jornada del día anterior y comenzaba con la salida de la procesión de la Campaná. Fue solo un espejismo, porque cuando apena se llevaba avanzada una centena escasa de metros la lluvia hacia acto de presencia, haciendo que la hermandad de Nuestro Padre Jesús de Nazareno retrocediera lo andado para terminar con la celebración de la sentencia de Pilatos en el interior del templo parroquial.
Unas horas más tarde la Junta de Cofradías, por unanimidad, decidía suspender la espectacular Procesión de los Pasos definitivamente. Tampoco pudo salir la procesión del Silencio o Santo Entierro por la aparición de la lluvia momentos antes del inicio. En su lugar, se celebró una especie de concierto de las bandas de tambores y cornetas en la iglesia.
Todos las miradas de los vecinos están pendientes de las próximas horas para la celebración de la procesión del Resucitado, que dará por finalizada esta semana Santa 2013, con la ilusión puesta ya en el año 2014