El Gobierno regional estudia ampliar las denominadas aulas TEA para niños autistas el próximo curso, que es una de las principales reivindicaciones de la Federación Regional de Autismo, sobre todo en la etapa de la Educación Secundaria.
Para atender las demandas de este colectivo y de sus familias, el consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, se ha reunido con los responsables de la Federación Regional de Autismo coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial de la Concienciación del Autismo.
«Esperamos y estamos planificando que el próximo curso haya más aulas TEA y ello dependerá de la demanda de escolarización y de los datos de planificación», ha dicho Marín, quien ha señalado, no obstante, que el deseo del Gobierno regional y de la consejería que preside «es aumentar los recursos, como hemos hecho desde que llegamos al Gobierno».
Según Marín, aunque «ha habido época de ajustes, en esta partida, la de apoyo a alumnos con necesidades educativas especiales, se ha multiplicado» y, por tanto, «no vamos a escatimar un euro» en lo necesario para ayudar a los niños con necesidades educativas especiales, entre ellos los autistas.
En este contexto se ha referido a que el Gobierno regional ha atendido una «reivindicación histórica» como son las aulas de educación especial (TEA), uno de los instrumentos para abordar el autismo, que también se trata en colegios ordinarios con el apoyo de especialistas y en centros de educación especial.
Este curso se han implantado como novedad siete aulas de este tipo en la región, una por cada capital de provincia, además de Pedro Muñoz (Ciudad Real) y Talavera (Toledo).
Por su parte, la presidenta de la Federación Regional de autistas de Castilla-La Mancha, Cristina Gómez, ha centrado su principal reivindicación en instalar aulas específicas en la etapa de la Educación Secundaria.
Y ello porque, según ha explicado, hay niños que durante la etapa de Infantil y Primaria han ido desarrollándose bien en su aula ordinaria, pero, uno de los problemas que tiene el espectro autista es la capacidad para imaginar y asimilar los conceptos abstractos.
Y, a medida de van avanzando en el curriculum se les va complicando la memoria, los conceptos, por lo que cuando van avanzando y llegan a quinto y sexto de Primaria se les complica y mucho más en Secundaria, ha explicado Gómez.
«El recurso de un aula TEA en Secundaria no es solo para adaptar el curriculum, sino, para adaptar las habilidades sociales de ellos y del resto de sus compañeros» y «esta es la reivindicación» ha dicho la presidenta de la federación delante del consejero.
Otra de las demandas del colectivo es la puesta en marcha de un Centro Regional del Autismo, algo de lo que iban a tratar hoy y ver de que forma se puede colaborar desde la Junta, ha señalado el consejero.
Porque, para el Gobierno regional no solo hoy es un día para concienciarse de este problema, sino, que son los 365 días del año, ha dicho el titular de Educación, quien ha recordado que en la comunidad hay 2.153 profesionales para atender a 750 autistas entre pedagogos terapeutas, especialistas de audición y lenguaje, auxiliares técnicos educativos, ATS, fisioterapeutas y especialistas en lenguaje de signos.
Apelando al lema de «Todos somos iguales, todos somos especiales», Marín ha abogado por una educación de calidad «sea para quien sea, allá donde vivan y tengan los problemas que tengan».
En este sentido ha dicho que el gobierno regional dedica toda su atención y el apoyo a este colectivo y a sus familiares a través de «un modelo inclusivo, integrador, muy humano y muy profesional».
Por su parte, Gómez ha indicado que con el Día Mundial de Concienciación que hoy se celebra se quiere desmitificar y hacer más visible este trastorno y que sea más conocido y que se den cuenta que cada persona es completamente diferente.
Estos niños, ha explicado Gómez, han de disfrutar de la educación y del entorno natural en igualdad de condiciones que el resto de las personas y uno de los mitos que hay es que son personas que se aislan y que no quieren saber nada del mundo exterior.
«Pero, realmente, es todo lo contrario: tienen menos capacidad para relacionarse con su entorno ya que ven el mundo de una forma diferente a como lo vemos los demás».
Y, desde luego, las aulas de autismo -ha señalado- ayudan a que cada persona tenga las herramientas suficientes para relacionarse con el resto de las personas.