Las 11 pinturas del Greco que viajaron de Toledo a Japón hace medio año para formar parte de dos magníficas exposiciones, en Osaka y en Tokio, concluyen hoy domingo su periplo por tierras niponas y a partir del día 15 regresarán al Museo de Santa Cruz y al Museo del Greco, sus residencias habituales.
La clausura de la exposición del Greco en Tokio ha coincidido con el aniversario de la muerte de Doménicos Theotocópulos, ocurrida el 7 de abril de 1614 en Toledo, la ciudad en la que residió la segunda mitad de su vida y, también, la ciudad que se prepara para celebrar a lo largo de 2014 el cuarto centenario de su fallecimiento.
En las exposiciones de Japón se han dado cita medio centenar de obras del pintor cretense llegadas de Museos como el Prado, la Academia de San Fernando y el Thyssen de Madrid, el Metropolitano de Nueva York y el de Bellas Artes de Boston, además de colecciones de Francia, Gran Bretaña, Italia y Grecia.
El conservador del Museo del Greco de Toledo Luis Alberto Pérez fue el encargado de acompañar a los ‘grecos’ de este Museo en su viaje a Japón y ha explicado que la exposición ha sido una ocasión excepcional para ver obras del Greco que estaban muy dispersas y que era difícil reunir.
Han viajado a Japón desde la ciudad de Toledo 11 pinturas de El Greco y una más de Alonso Sánchez Coello. Siete de ellas están expuestas en el Museo de Santa Cruz: ‘La Inmaculada Concepción’, ‘Santiago peregrino’, ‘San Agustín’, ‘San Francisco’, ‘Santo Domingo en oración’, ‘La aparición de Cristo a su madre’ y ‘La Inmaculada Concepción vista por San Juan’.
Las seis primeras obras son de la parroquia toledana de San Nicolás de Bari, mientras que la séptima es de la parroquia de Santa Leocadia.
El director del Santa Cruz, Alfonso Caballero, ha explicado que una vez que las obras regresen al Museo desde Japón ocuparán sus respectivos espacios -en concreto, las dos Inmaculadas en sus retablos- hasta que comience el montaje de la muestra ‘El griego de Toledo’ de cara a las conmemoraciones de 2014.
Fernando Marías ha sido el comisario de las exposiciones de Japón y también lo será de ‘El griego de Toledo’, abierta durante la primavera de 2014.
Además de estas siete pinturas, otros cinco lienzos viajaron al país nipón desde el Museo del Greco: tres apóstoles -‘San Pedro’, ‘San Pablo’ y ‘San Juan’- y dos retratos de Diego de Covarrubias, el que pintó Sánchez Coello en 1574 y el que realizó décadas más tarde El Greco inspirándose en el de Sánchez Coello.
Luis Alberto Pérez ha sido el responsable del traslado de los cuadros desde Toledo hasta Osaka, donde la exposición recaló desde el 15 de octubre hasta el 24 de diciembre en el Museo Nacional de Arte, y desde esta ciudad hasta Tokio, donde se inauguró en el Museo Metropolitano el 18 de enero y concluye hoy.
Su labor acompañando a los ‘grecos’ combina el trabajo administrativo y burocrático con el cuidado de que las obras «estén en perfecto estado en todo momento», vigilando tanto el viaje de los lienzos, por avión y carretera, como las condiciones de temperatura y humedad de la sala.
Pérez destaca la «fascinación» que siente el público japonés hacia El Greco y su obra, algo que él comprueba cada día en el Museo del Greco, tanto por el número de visitas como por las audioguías en japonés que demandan.
«Ha sido una exposición magnífica», resalta el conservador del Museo del Greco, quien añade: «lo más importante es que el Greco se hace mucho más internacional».