Las empresas, ante la caída de la actividad económica, pueden ajustar sus gastos de personal, entre otros, por dos vías. La más directa y probablemente más dramática, es la del despido, y la otra es la de la reducción de los costes laborales de los trabajadores. La búsqueda de un mayor equilibrio entre la reducción de plantilla y el ajuste salarial constituye el primer paso para frenar la destrucción de empleo.
La productividad aparente del trabajo en Castilla-La Mancha es del 7,1 por 100 de promedio entre 2008-2012, pero esta productividad viene motivada por la destrucción de empleo (-15,7 por 100 en el periodo), en lugar de por la mejora de la actividad económica (PIB cae al -8,5 por 100 en el mismo periodo), según el último informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales y Asempleo, la mayor asociación de agencias privadas de empleo.
Los costes laborales en CLM se han incrementado, de media, un 6,7 por 100 entre 2008-2012, pasando de los 2.184 euros por trabajador en 2008 a 2.331 euros por trabajador de media en 2012.
La variación del 6,7 por 100 en los costes laborales en la región es, tras la de Murcia (7,3 por 100), la mayor del país y muy superior a la del conjunto nacional (+4,5 por 100 en el mismo periodo).
En el último año, los costes laborales en Castilla-La Mancha han experimentado un incremento del 0,5 por 100 (2.331 euros por trabajador de media en 2012, frente a 2.318 euros por trabajador en 2011), mientras que para el conjunto nacional caen al -0,6 por 100.
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