Juan Ramón Amores
Hoy, por fin, nuestros niños y niñas podrán salir a la calle. Llevan demasiados días encerrados en casa y necesitan salir para activar sistemas de su cuerpo que no se ven. Por poner un ejemplo, no están mirando prácticamente de lejos, han aumentado el consumo de dispositivos electrónicos, que hacen que la visión de cerca esté activa durante muchas horas y, sin embargo, de lejos prácticamente no miran. Con la salida a la calle tendrán un horizonte mayor donde dirigir su mirada.
Quiero resaltar que los que salimos hoy no somos los adultos, nuestra labor será la de vigilar el cumplimiento de las normas y hacer esas que salidas sean seguras para nuestros niños y niñas, pero sobretodo para el resto de la población.
La mejor de las normas es el sentido común
Creo que la mejor de las normas es el sentido común: dar un paseo, utilizar unos patines, dar un par de carreras, unos saltos y volver a casa sin olvidar extremar, en ese momento, las medidas higiénicas.
No tiene sentido utilizar esta relajación del confinamiento para intentar estirar las normas todo lo posible y aprovecharse para hacer mucho más de lo permitido.
Tengo muchas ganas de que mis padres vean a sus nietos, pero flaco favor haría si aprovecho el paseo para que vayan y les den un abrazo que pondría en riesgo su salud.
Hoy, más que nunca, solidaridad, distancia social y disciplina
Tengo la sensación de que según pasan los días la gente se va relajando en el cumplimiento de las normas y es necesario recordar que seguimos en estado de alarma y que cualquier paso atrás en este momento nos puede volver a comprometer los pocos avances que llevamos hasta ahora.
Un paso hacia delante puede hacer que tengamos que dar dos hacia atrás, si nos relajamos. Por lo tanto, hoy mas que nunca, solidaridad, respeto, distancia social, sentido común y disciplina.
Si cumplimos estrictamente con la distancia social y con las medidas de higiene, las mascarillas no se convierten en un elemento obligatorio ni esencial.
Hoy en La Roda llueve…
Realmente en mi caso, no creo que Jimena e Iván puedan aguantar muchos minutos con las mascarilla puesta, pero si no se acercan a nadie, juegan con sus juguetes y al llegar a casa llevan a cabo las medidas de higiene adecuadas, no me parece que sea un elemento imprescindible.
De todas maneras, hoy en La Roda llueve, lo que hace que vayamos a ver a pocos niños y niñas por la calle. También ha sido casualidad que hoy vuelva a llover.
La Roda Solidaria
En septiembre del 2019 presentamos en la feria de Albacete el proyecto «La Roda solidaria», que pretendía enseñar, fuera de nuestra localidad, la gran cantidad de eventos y acciones solidarias que habitualmente se hacen en nuestro pueblo.
Creo que debo resaltarlo, puesto que durante muchos años tenemos grandes acciones que no veo en otras localidades. Por eso, el proyecto pretende llevar a cabo una memoria anual con todos los eventos para poderlos presentar a otras instituciones y en medios de comunicación.
Ya dije que La Roda tiene muchos motivos para ser reconocida, los Miguelitos, el Festival de los Sentidos, la industria, la pintura, artistas, tradiciones… Pero me encantaría que también se nos reconozca como la localidad solidaria que somos.
En estos momentos, por todo el país estamos viendo multitud de acciones solidarias que nos hacen sentirnos orgullosos de España. Y La Roda no iba a ser menos.
Reconoceremos a todas las personas y empresas que han puesto su grano de arena
Desde el principio de la pandemia he visto multitud de gestos solidarios. Voy a resaltar tres gestos de los últimos días sin, por supuesto, querer menospreciar todos los demás. Quiero mostrar mi compromiso para que cuando pase esta situación podamos reconocer a todas las personas y empresas que han puesto su granito de arena para colaborar.
Hace un par de días recibí la llamada de Jose Antonio, de Hermanos Mendieta, que es un distribuidor de bebidas de nuestro pueblo. Me decía que querían donar refrescos para lo que necesitara el Ayuntamiento.
Inmediatamente le puse en contacto con Cáritas para que la gente que lo está pasando mal pudiera tener acceso a un producto, que en este momento seguramente no es de primera necesidad, pero sí útil para poder hacer un poco más felices a esas personas que están acumulando tanta tristeza. Le quiero dar las gracias especialmente por utilizar al Ayuntamiento como coordinador de esa donación.
Una de las fábricas más importantes de pintura de nuestro pueblo y de todo el país, Pinturas Jafep, ha donado 1.000 batas al hospital de Albacete. Me encanta leer esta noticia, porque el donativo a un hospital debemos sentirlo con orgullo, porque nos atiende a todos, sin distinción del pueblo del que somos.
Desde el Ayuntamiento, también hemos mandado muchas mascarillas en estas seis semanas a los hospitales, para que tuvieran material con el que atender mejor y, sobre todo, con el que protegerse de este maldito virus.
Esta fábrica de pinturas es de las que siempre está para cualquier actividad solidaria. Lleva muchísimos años colaborando con gran cantidad de entidades a nivel deportivo, social, sanitario… Es de esas empresas de las que te sientes orgulloso en este momento y siempre. Paco y sus hijos han demostrado suficientemente que La Roda es solidaria.
Desde Estados Unidos a La Roda
También quiero agradecer, como alcalde de La Roda, el maravilloso gesto de Luis Berruga, que ha donado 6.000 mascarillas que se reparten en las farmacias a personas mayores o con alguna patología.
Siempre he tenido una buena relación con Luis y una gran admiración académica, personal y deportiva. Me emociona que estando tan lejos –vive en EE.UU. desde hace mucho tiempo-, sigas teniendo gestos con tu pueblo.
Cuenta con el Ayuntamiento para todo lo que necesites y, en mi nombre y en el de tu pueblo, muchísimas gracias.
Como he dicho antes, no quiero olvidarme de nadie, porque son muchas las empresas y personas que están colaborando de manera pública o anónima.
A los hombres y mujeres que cosen mascarillas en confinamiento
Pero sí me gustaría terminar resaltando a esos hombres y mujeres que aprovechan el confinamiento para coser mascarillas, batas o realizar pantallas, reciclando cualquier material que tienen.
Hacéis que me sienta muy orgulloso de ser el alcalde de mi pueblo y espero que en los próximos meses podamos ir reconociendo, uno a uno, vuestra labor en esta crisis.
El gimnasio de La Paz «despide» al coronavirus
Mi último párrafo de este balcón es para mi amiga Laura Gómez, la enfermera de La Paz que tanto me cuidó y de la que ya os he hablado. Me ha mandado este vídeo, que ha hecho que se me salten las lágrimas.
Es el gimnasio de La Paz para la rehabilitación de los pacientes, que se tuvo que cerrar para dedicarlo entero a los pacientes de Covid-19. Ya no es necesario este espacio adicional para el coronavirus y se ha cerrado para esta función. ¡Qué emoción!
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