Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha explicado que la desescalada en España constará de cuatro fases y que será gradual, asimétrica y en equipo. Y no habrá movilidad entre provincias ni a las islas, al menos al principio.
Y siempre teniendo muy claro que a partir del 4 de mayo no vamos a salir a la calle a hacer la misma vida normal que hacíamos hasta mediados de marzo. Por lo que es importante seguir las pautas marcadas, porque la «nueva normalidad» será muy diferente.
Cada provincia será «evaluada» cada 15 días y si Sanidad lo autoriza, podrá ir pasando a la siguiente fase.
Fase 0, de preparación de la desescalada
En concreto, la fase 0 será la de la preparación de la desescalada y comenzará el próximo 4 de mayo, que será cuando se abrirá un pequeño resquicio con la apertura de locales con cita previa, como los restaurantes, pero solo para llevar comida a domicilio, nunca en el interior; o entrenamientos individuales de deportistas federados o equipos profesionales, por citar varios ejemplos.
La desescalada, cada dos semanas una fase o…
La fase 1, o inicial, a la que pasarán las provincias que cumplan con los requisitos de Sanidad, podrán abrir en cada provincia los pequeños comercios pero no los grandes parques comerciales, igual que las terrazas, estas con limitaciones ocupacionales al 30 por 100 de su aforo, y los alojamientos turísticos y hoteles, excluyendo las zonas comunes. Incluyendo un horario preferente para los mayores de 65 años. También podrán abrir, en un tercio de su aforo, los locales de culto; y realizar entrenamientos medios los equipos de las ligas profesionales.
Sánchez ha insistido en que el uso de la mascarilla en los transportes públicos será obligado.
La fase 2, o intermedia, permitirá abrir a los restaurantes un tercio de su aforo; el curso escolar comenzará en septiembre aunque previamente se podrán realizar actividades de refuerzo, que los menores de seis años vayan a los centros si los padres tienen que ir a trabajar o para la EvAU; reanudación de la caza y la pesca deportiva, se abrirá un tercio del aforo de los cines y los teatros, se podrán visitar monumentos, salas de exposiciones, acudir a conferencias (todo ello con un máximo de un tercio de aforo ocupado), y actos con menos de 50 personas o menos de 400 sin son al aire libre.
La «nueva normalidad» se podría recuperar a finales de junio
La última fase es la 3, o avanzada, la última hasta recuperar la normalidad, que será cuando se flexibilizará la movilidad general pero con el uso de mascarilla, con aforos al 50 por 100 máximo y distancias mínimas de dos metros entre personas y con estrictas medidas de separación entre el público en los locales.
La duración de cada fase será, mínimo, de dos semanas, que es el periodo de incubación del virus, por lo que a finales de junio nos encontraríamos en la nueva normalidad si la epidemia está controlada. Cada fase podrá llegar a durar seis semanas.
El lunes 11 de mayo, las provincias que cumplan los requisitos pasarán a la fase 1 y a partir de ahí, quincenalmente, Sanidad evaluará los marcadores.
A partir de ese momento «cada fase de desescalada durará al menos dos semanas. En el mejor de los casos durará seis semanas en cada territorio, y la máxima tentativa son 8 semanas para todo el territorio».
Los marcadores obligatorios para pasar de fase
Sanidad repasará cada quince días el cumplimientos de los marcadores que determinarán si una provincia puede pasar a la siguiente fase o debe permanecer dos semanas más en la que está.
Los marcadores son los siguientes:
Las capacidades estratégicas del sistema sanitario, tanto en atención primaria –que va a cobrar una importancia absoluta–, como la atención hospitalaria y el número de camas UCI.
En segundo lugar, la situación epidemiológica en la zona.
En tercer lugar, las medidas de protección colectiva en el trabajo, el comercio y el transporte público.
Y en cuarto lugar, los datos de movilidad y los datos socioeconómicos.