En su reunión con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, los farmacéuticos de Castilla-La Mancha ofrecieron sus oficinas para que se puedan hacer test masivos a la ciudadanía.
Tal y como dio a conocer ayer en un comunicado de prensa tras el encuentro co el Ejecutivo, están dispuestos a «la realización de tests de detección del Covid-19 a la población desde la red de oficinas de farmacias, encuadrado en una posible campaña sanitaria».
La primera reacción ha venido del Colegio de Enfermería de Castilla-La Mancha, que considera «un disparate» y una intromisión profesional ejercer esa tarea.
«Ese planteamiento invade de lleno las competencias profesionales que la Ley de Profesión de Ordenaciones Sanitarias reserva para los profesionales de Enfermería, únicos capacitados para realizar técnicas de punción, así como los actos sanitarios posteriores que puedan derivarse del resultado del test, la realización de una segunda prueba de detección, que aconsejen el seguimiento del paciente en el centro de salud o en su domicilio», afirmar el colectivo enfermero.
También apuntan que cualquier prueba diagnóstica necesita de la labor asistencial de una enfermera, que «realiza su trabajo identificando una serie de problemas que son de su área de competencia y emite un juicio profesional sobre la respuesta de la persona, frente a posibles problemas de salud reales o potenciales que puedan aparecer y que deben figurar recogidos en la historia clínica a la que, por supuesto, los profesionales farmacéuticos no tienen acceso», apunta el Colegio.
Más seguridad para los farmacéuticos
Por otro lado, los farmacéuticos propusieron «realizar la entrega de medicamentos de diagnóstico hospitalario a través de la red de farmacias, apoyándose en la distribución farmacéutica, el único sistema que garantiza las condiciones de conservación y trazabilidad del fármaco en el viaje, con el valor añadido de tener en la entrega un profesional especialista del medicamento”.
También reiteraron al presidente de la Junta la necesidad de dotar de «más seguridad para los profesionales de la farmacia, no sólo con EPI, sino con la desinfección de las farmacias y realización de tests al personal, para minimizar la carga viral en estos centros sanitarios».
Igualmente propusieron que el reparto de mascarillas a través de la red de farmacias esté sujeto a la receta electrónica.
Participaron en la videoconferencia los presidentes de los Colegios provinciales de CLM, Francisco José Izquierdo, de Ciudad Real, y Cofcam; Luz Moya, de Cuenca y vicepresidenta COFCAM; Francisco Javier Jimeno, de Toledo y secretario del Cofcam; Concepción Sánchez, de Guadalajara y tesorera del COFCAM; y José Javier Martínez, de Albacete y vicesecretario del Cofcam.