Ha sido esta madrugada, sobre las 3:43 horas, cuando una brillante bola de fuego atravesó los cielos de nuestro país y el fenómeno pudo verse desde gran parte la Península.
La bola de fuego se produjo al entrar en la atmósfera terrestre una roca procedente de un asteroide a gran velocidad y pudo ser grabada por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo).
El fenómeno ha sido analizado por el investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), quien determinó que la roca que originó esta bola de fuego entró en la atmósfera a unos 82.000 kilómetros por hora sobre el centro de la provincia de Cáceres.
Se exinguió a una altitud de unos 34 kilómetros sobre Ciudad Real
Debido a esta elevada velocidad, el rozamiento con el aire hizo que la roca se volviese incandescente cuando se encontraba a una altura de unos 89 km sobre el nivel del suelo. Esta incandescencia generó una bola de fuego tan luminosa que pudo verse desde más de 400 kilómetros de distancia.
La bola de fuego avanzó en dirección noreste y finalmente se extinguió a una altitud de unos 34 kilómetros sobre Ciudad Real. La roca se desintegró totalmente en la atmósfera, por lo que ningún fragmento consiguió llegar al suelo.