El director gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), Luis Carretero, ha denunciado la «caza de brujas» que sufren los directivos sanitarios por haber trabajado en la sanidad privada. Así lo ha puesto de manifiesto durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad celebrada en las Cortes, en donde también ha expresado su compromiso y el de la organización que dirige por avanzar en la profesionalización de estos puestos.
En el repaso que ha hecho a los cambios introducidos en este organismo, Carretero ha insistido en el «magnífico nivel de nuestros directivos sanitarios» y en que «todos los directivos del Sescam llevan con mucha honra tener experiencia en la sanidad pública y en la privada».
En el Sescam, ha apuntado, se trabaja en estos momentos en un proyecto de profesionalización de directivos y de fomentar un mecanismo de evaluación que analice la capacidad de los mismos, todo ello -ha añadido- «para que no vuelvan los tiempos en los que tenían que preguntar al partido». Valiéndose de un informe de la Sociedad Española de Directivos Sanitarios que dice que el 71 por 100 de los altos cargos considera relevante la afinidad política a la hora de ocupar un puesto de responsabilidad, ha defendido que este porcentaje es derivado de la «política del pasado» y que es algo «que tenemos que dar la vuelta».
Siguiendo con el ámbito de los recursos humanos, ha expresado que «en este año la decisión más dura que ha tenido que adoptar ha sido la de adecuar la plantilla». Sostiene que «mantener una plantilla que no se puede pagar es poner a la Sanidad en la parada precedente a la quiebra». Ha recordado que se ha pasado de 20 a 12 directivos y que se han reducido en 35 personas las jefaturas de servicios de gestión.
Por otro lado, Carretero ha comentado que no se puede caer en la «trampa» de enfrentar funcionarios con personal estatutario ya que «todos son necesarios para el funcionamiento del servicio». Ha dicho que «se precisan buenos funcionarios, buenos estatutarios y buenos directivos porque no sobran».
Durante su intervención, y en la memoria de cambios que ha realizado el Sescam, también ha abordado la viabilidad económica «en la que hemos entrado gracias a los profesionales de esta institución» y es que «hace poco más de un año estábamos en un situación muy delicada, con una deuda enorme y con dificultades para prestar servicios. Gracias al Plan de Garantías del Gobierno regional se ha conseguido cumplir los objetivos».
Se ha parado igualmente a enumerar las modificaciones en el aparato organizativo del Sescam, entre las que ha señalado el impulso a la gestión clínica; la integración de niveles asistenciales y la atención más coordinada e integral; la integración de nuevas formas de gestión sanitaria y la mejora del uso eficiente de los recursos; o la potenciación de la integración de todas las redes y de las nuevas tecnologías de la información.
Las necesidades económicas, la rigurosidad y el enfoque estratégico son los criterios con los que se ha llevado a cabo la racionalización de los servicios centrales, siempre con la mira puesta -ha continuado afirmando- en su modernización. Ha criticado que estos servicios centrales «habían crecido exponencialmente, creando una estructura que era mejorable».
«Los servicios centrales deben aportar coherencia y equidad al sistema; deben ser una máquina engrasada para hacer grandes políticas estratégicas que afecten a toda la red; y deben ser un centro corporativo eficaz en la negociación y fijación de objetivos», ha expresado Carretero.