Tiene 36 años, responde a las iniciales S.S.L. y ha sido detenido por la Policía Nacional como presunto autor de diversos delitos: detenciones ilegales, una violación, varios robos con fuerza y tenencia ilícita de armas, tal y como informa la institución en su página web. El arrestado aprovechaba sus viajes de trabajo entre Albacete y Madrid para cometer los delitos bien en puntos del recorrido que hacía o en barrios de la capital madrileña. Sus actividades empresariales estaban relacionadas con la cerrajería y automatismos de puertas. Estaba casado y, en apariencia, llevaba una vida paralela completamente normal.
De sus conocimientos en cerrajería comenzó todo, puesto que aprovechaba para entrar en domicilios de forma «fácil», tanto de la provincia albaceteña, donde vivía, como de Cuenca. Seleccionaba bien, puesto que por lo general se llevaba dinero en efectivo y joyas, aunque algún que otro «trofeo» de las víctimas también se llevó y los guardó de forma fetichista.
Fue en octubre de 2011 cuando cometió su primera detención ilegal cuando una joven estacionaba su coche por la noche en el barrio de Chamartín, en Madrid. La abordó, la amenazó con una escopeta de cañones recortados, la obligó a introducirse en el maletero y la retuvo hasta el mediodía del día siguiente. Previamente la había exigido que la diera el número de sus tarjetas de crédito y la utilizó en diversos cajeros, hasta que finalmente la agredió sexualmente antes de dejarla en libertad.
Pocos días después lo intentó de nuevo. Cubierto con un pasamontañas y guantes abordó a otra joven en el aeropuerto de Barajas. La robó el dinero, pero un dispositivo policial le obligó a huir, aunque dejó en el lugar de los hechos una escopeta, un revólver de fogueo y un machete de grandes dimensiones.
Las investigaciones policiales llevaron al individuo, por lo que fue detenido a finales de diciembre. Entraron en su domicilio y en una finca rústica que estaba protegida por seis perros de guarda y lograron incautarse de diversos efectos procedentes de sus delitos. El juez decidió su ingreso en la prisión de Albacete y durante el traslado protagonizó un violento intento de fuga que no se consumó. Una investigación que llevaron a cabo el Grupo XXII de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de la Jefatura Superior de Madrid, junto con la colaboración de la Comisaría Provincial de Albacete.