Lo habían convocado y allí estaban, en la Junta de Distrito del barrio toledano de Santa Bárbara. El motivo no era otro que exponer, ante los concejales del Ayuntamiento presentes, su preocupación por la posible apertura de un «bar de encuentros» en uno de los edificios del barrio, como ya publicó Encastillalamancha.
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Una de las vecinas, María Teresa leyó primero un manifiesto para lanzar después seis preguntas. En primer lugar, en representación de los vecinos, dejó claro que no se oponían a la apertura de nuevos negocios. El matiz está en este caso en lo referente a «bar especial» y que quieren abrirlo a las puertas de sus casas.
«El mismo promotor lo ha calificado de bar de encuentros o bar liberal», explicaba María Teresa, quien insistía en que «estamos abiertos a cualquier local que sea beneficioso para el barrio», pero en este caso la incertidumbre va en aumento.
«Nerviosos e, incluso, aterrorizados», así se sienten los vecinos del bloque afectado porque no saben qué puede ser eso de un bar liberal y que consecuencias sociales puede tener.
INCERTIDUMBRE ANTE LO QUE IMPLICA UN «BAR ESPECIAL»
Ante el concejal de Participación Ciudadano, Antonio Guijarro, que presidía la Junta de Distrito, los vecinos querían saber qué implica que se califique como «bar especial», qué tipos de actividades se pueden desarrollar en el mismo, si existen ordenanzas de civismo y conciencia ciudadana… Y también han matizado que donde se quiere poner el local es una zona residencial, donde hay colegios, institutos, una gran afluencia de niños pequeños…
No están de acuerdo con la apertura de un «pub amoral», contra el que ya se han recogido 200 firmas en cinco días, porque consideran que no es «un buen ejemplo para nuestros hijos» e insistían en que «hay muchos niños en esta zona» a los que no se les debería «meter con cucharón situaciones que son para edades más avanzadas».
Un «bar especial» que también tendría un horario más amplio, lo que ha sido criticado por los vecinos ya que no les parece que sea el lugar más adecuado para que eso suceda al ser un barrio residencial.
María Teresa reconocía que aún no saben qué va a haber dentro, solo saben lo que el promotor les ha indicado y que se trataría de un «bar de encuentros», pero considera que «una vez abierto será más difícil cerrarlo».
LAS SOLUCIONES DEL AYUNTAMIENTO
Guijarro les ha planteado dos pasos a seguir. El primero, personarse en el expediente mientras está la vía administrativa, lo que supone que los vecinos puedan tener acceso a toda la información del proyecto. Y, en segundo lugar, el concejal de Urbanismo, Javier Nicolás, se ha ofrecido a atenderles para estudiar la situación.
De momento, los vecinos seguirán los pasos marcados por el Consistorio con lo que su reivindicación continúa.