El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha denunciado hoy durante un encuentro con empresarios de Herencia (Ciudad Real), la existencia de «acuerdos encubiertos» para evitar que Castilla-La Mancha pueda usar el agua del trasvase Tajo-Segura.
El líder de los socialistas castellanomanchegos, Emiliano García-Page, ha asegurado que existen acuerdos entre el Gobierno de España y las comunidades del Levante donde se promete «estudiar la derogación de la ley que permite a Castilla-La Mancha aprovechar el agua del trasvase».
Para García Page se está «levantando el armazón jurídico» que le permitía a Castilla-La Mancha aprovechar el agua que pasa por su territorio.
Por ese motivo, ha pedido explicaciones al Gobierno de Castilla-La Mancha y su presidenta, María Dolores de Cospedal, sobre cuál va a ser la postura que va a mantener con respecto a este asunto.
El máximo dirigente de los socialistas en la región se ha referido en Herencia a la paralización de las obras de construcción de los ramales de la tubería a la Llanura Manchega en este provincia, una decisión que a su parecer es «increíble».
La tubería a la Llanura Manchega, ha dicho Page, «no entiende de ideología» y se trata de «una obra esencial para el desarrollo y crecimiento del 40 por ciento de la población de Castilla-La Mancha».
Page ha comentado que el Gobierno de España ha tomado la decisión de «pulverizar» el proyecto, una circunstancia que ha asegurado que va «a demostrar a lo largo de las próximas semanas».
En su opinión, no es justificable que se haya paralizado una obra multimillonaria como ésta, habiendo acabado antes tramos de otro tipo de conducciones como la del Júcar-Vinalopó.
Finalmente, ha señalado que el PSOE, en contra de lo que hace el Partido Popular, siempre ha tenido claro la defensa de los intereses de la región y a la «gente que vota aquí».
El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha ha estado acompañado durante su encuentro con los empresarios por el secretario general del PSOE en Ciudad Real, José Manuel Caballero y el alcalde de Herencia, Jesús Fernández.