La primera vez que recibió la amenaza de muerte fue el viernes 19, y la segunda minutos antes de que encastillalamancha.es hablara con él.
Jorge Curiel, presidente del sector de Sanidad de CSIF de Talavera (Toledo) cogió una llamada telefónica el citado viernes «y la mujer, muy nerviosa al principio, de hecho le temblaba la voz, me dijo que si no abandonaba el sindicato y regresaba a mi puesto de médico correrían peligro tanto mi vida como la de mi familia».
La segunda llamada, como les contamos, ha sido sobre las 12 horas del lunes 22, aunque Curiel no estaba en el despacho del sindicato en el hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera y la cogió una compañera. «Esta vez no temblaba, pero también era una voz de mujer».
La primera de las llamadas ya ha sido denunciada ante la Policía y el Servicio de Prevención del Hospital talaverano; y la segunda se iba a realizar justo después de la conversación telefónica que Curiel mantuvo con este periódido.
Curiel recalcó que, según la compañera que ha cogido la segunda llamada, «parece que la señora lo hace muy en serio y se siente muy a salvo».
«¿Que si tengo miedo? Lo siento sobre todo por mi familia, porque yo procedo del País Vasco y he visto cómo estallaban las bombas; de hecho nos tuvimos que ir de allí. Pero, por ejemplo, mi hijo no ha dormido este fin de semana y mi esposa está intranquila».
Lo único positivo que saca de todo esto «es que al menos nuestra labor como sindicalista sirve para algo, porque está claro que a alguien no lo gusta».