Estaba celebrando el 50 aniversario del matrimonio de sus padres hace apenas unos días cuando le llamó su hijo de 14 años para decirle que, al vover a su casa, se había encontrado un anónimo. «Papá, hay una hoja escrita en casa en la que te insultan», fue lo que le dijo su hijo.
«Imaginad cómo me puedo sentir cuando mi hijo me dice eso». Estamos hablando de Emilio Bravo, alcalde «popular» de Mora y vicepresidente de la Diputación de Toledo y, lo que les estamos contando se puede leer en su perfil de Facebook.
El escrito anónimo que le dejaron, escrito en la parte de atrás del «Saluda» que envió a todos los vecinos con motivo de la Fiesta del Olivo, dice, entre otras cosas, lo siguiente:
«Si tuvieras vergüenza no dirías que disfrutemos de todos los eventos, con que dinero lo vamos a hacer?».
La reacción de Bravo, en forma de respuesta, fue la siguiente:
«Puedo asegurar que vergüenza tengo y sentirme mal también cuando veo a algunos de mis vecinos pasarlo mal, pero yo llevo dos años en la Alcaldía, yo no tengo la culpa de los 1.600 parados que hay en Mora, yo he puesto a disposición de los morachos el único Plan de Empleo Local que ha existido en Mora en toda la historia con fondos locales exclusivamente y para 50 morachos; he puesto a disposición de todos mis vecinos que tengan una mala situación el único Cheque Solidario que ha existido en Mora para ayudar a los más desfavorecidos y he conseguido para nuestro pueblo dos planes de empleo nacionales parea zonas desfavorecidas para 79 personas; y de la Diputación en Talleres de Empleo y Dipudinamiza más de 70 personas trabajando, además de estar constantemente ayudando a morachos y morachas desde la Diputación».
Continúa el alcalde de Mora, visiblemente enojado, «seguramente se puede hacer más, pero yo me encontré nuestro Ayuntamiento como me lo encontré y desde aquí invito al cobarde del anónimo, como a cualquier moracho que quiera ver la información de la que siempre hablo, a quedar conmigo para que vean que es verdad lo que dijo; y es que el Ayuntamiento de Mora estaba en quiebra, que no se pagaba la luz, la basura, las facturas a proveedores morachos y de fuera, la comida de los niños de la guardería, la comida de la Fiesta del Olivo, se obligaba a funcionarios a quitar precintos…».
DENUNCIA QUE TAMBIÉN LE HAN PINTADO LA FACHADA DE SU CASA
Bravo insiste en que hace lo que puede «y ayudo a quien puedo sin mirar ideas políticas, y eso se puede demostrar en todos los contratos, aunque los que nada más miraban por dar trabajo a sus maridos, líderes socialistas morachas, concejalas y familiares de otros que no quiero nombrar se dediquen ahora a criticar».
Denuncia también que el anónimo es producto de la cobardía, «la misma que han demostrado pintando la fachada de mi casa, pintando la casa de un familiar muy cercano y también pintando en la fachada de la propiedad de un miembro significativo del PP».