Miles de personas y perfiles de organizaciones y colectivos consiguieron el sábado 4 de mayo a través de sus tweets que el hashtag #StopATC llegase a ser en la red social Twitter una tendencia global varias veces a lo largo de la mañana. Pretendían así mostrar su rechazo al proyecto de construcción del cementerio nuclear en el municipio conquense de Villar de Cañas.
La Plataforma contra el Cementerio Nuclear en Cuenca señala en nota de prensa que «fueron numerosos los tweets que visibilizaban las verdaderas razones que están detrás de las intenciones de las autoridades políticas y empresas constructoras y energéticas para llevar a cabo esta obra: un gran negocio a costa del medio natural, exponernos a los peligros de la energía nuclear y el trasvase de los pocos recursos públicos que quedan en las arcas del Estado a manos de particulares».
De igual manera, personas y colectivos, a través de la red social, hicieron un llamamiento a la participación el próximo domingo 19 de mayo en la IV Marcha a Villar de Cañas, que partirá desde Casalonga a las 11:00 horas, y llegará al municipio elegido por el gobierno para el emplazamiento del ATC , tras pasar por las inmediaciones de la parcela donde se supone que irá el silo nuclear.
En este sentido, la plataforma espera un buen ambiente reivindicativo durante la marcha, «con gentes llegadas desde multitud de lugares para decir ‘No al ATC, ni en tu pueblo ni en el mío. StopNucleares'». Además, la plataforma comunica a los vecinos de Cuenca que se pondrán autobuses hasta Casalonga, con parada en San Lorenzo de la Parrilla y Villares del Saz, que saldrán desde la Estación de Autobuses de Cuenca a las 9:30 horas del domingo 19 de mayo, con un precio de tres euros y la voluntad para las personas desempleadas. Dichos autobuses regresarán hasta Cuenca, partiendo desde Villar de Cañas a las 15:00 horas.
La Plataforma contra el Cementerio Nuclear en Cuenca quiere hacer énfasis en que cada día son más las voces discordantes contra esta decisión «absolutamente innecesaria e ilógica que supone la muerte de una comarca que vive de la tierra para que unas cuantas personas incrementen sus riquezas. Es por eso que no vamos a parar de luchar hasta terminar con el negocio que hacen las élites económicas y que gobiernan nuestras vidas con la energía nuclear, en detrimento del derecho al bienestar para todas».