Las Cortes de Castilla-La Mancha han aprobado hoy una declaración institucional en la que reconocen el papel fundamental de todas las organizaciones políticas y ciudadanos que intervinieron en el proceso constituyente de la autonomía.
Esta declaración institucional ha sido leída por el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, tras la reunión de la Mesa de las Cortes y de la Junta de Portavoces que hoy se ha celebrado en la Iglesia de Santa María de Alarcón (Cuenca), para rememorar otro encuentro que se mantuvo en ese mismo lugar, el 3 de diciembre de 1981, en el que se aprobó el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha.
Según Tirado, ese estatuto de autonomía «contiene algo tan esencial para la convivencia, como las reglas de participación política, y define los poderes» que deben ejercer bajo su responsabilidad los castellanomanchegos.
«El 3 de diciembre de 1981 es una fecha con rango de hito inaugural. Ese día en la iglesia de Santa María de Alarcón, una asamblea mixta de parlamentarios y diputados provinciales de Castilla-La Mancha aprobó el proyecto de estatuto de autonomía de Castilla-La Mancha y su remisión al Congreso de los Diputados para su tramitación como ley orgánica», ha destacado Tirado.
Ha recordado que dos años más tarde, el 31 de mayo de 1983 y, tras las primeras elecciones autonómicas, se constituyeron las Cortes de Castilla-La Mancha en la Iglesia de San Pedro Mártir, en Toledo.
Por ello, y cuando se cumplen 30 años de la constitución de la cámara regional, la Mesa de las Cortes y la Junta de Portavoces han querido «reconocer el papel fundamental de todos los ciudadanos de la región y de las organizaciones políticas que intervinieron en la constitución de la autonomía y que fruto del consenso y del diálogo lograron poner las bases para la construcción de Castilla-La Mancha», ha resaltado Vicente Tirado.
«Una sola golondrina no hace verano», ha sido el pasaje de El Quijote recitado por el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, para aseverar que «los castellanomanchegos son los auténticos protagonistas» en la construcción de la región, pues «juntos, asomándose a un futuro dinámico, lleno de expectativas de progreso, han hecho de Castilla-La Mancha lo que es hoy, una gran región, consolidada y unida».