El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, ha destacado que el cumplimiento del objetivo de déficit por parte de la comunidad autónoma ha supuesto «un golpe de timón» para recuperar la credibilidad de la región y ha servido para dar «un paso esencial en el inicio de la recuperación».
Romaní se ha pronunciado así durante la inauguración de la jornada de estudio sobre la nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria celebrada en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), donde también han participado el rector de la institución académica, Miguel Ángel Collado, y el síndico de Cuentas, Miguel Ángel Cabezas.
El consejero ha defendido el texto normativo aprobado por las Cortes de Castilla-La Mancha con el fin de garantizar la estabilidad de las cuentas generales de la comunidad y ha ensalzado que esta ley es una «buena carta de presentación» de la comunidad autónoma en materia de sostenibilidad financiera.
A través de la ley, ha continuado el consejero, Castilla-La Mancha ha cumplido el objetivo de déficit de 2012, situado en el 1,5 por 100 del PIB, y ello ha supuesto «dar un golpe de timón y demostrar» que la comunidad autónoma «sabe gestionar el dinero de los contribuyentes y camina hacia un futuro sostenible».
Romaní ha desgranado las consecuencias positivas para la región derivadas de este cumplimiento, entre ellas, la adaptación del sector público a las necesidades reales, la presentación de un «panorama bueno» para la tesorería, el freno en el crecimiento de la deuda, la recuperación de la confianza de los ciudadanos, el restablecimiento de la credibilidad en las instituciones o la menor dependencia de los mercados financieros.
Ha destacado que tanto los presupuestos de 2012 como los de 2013 se han elaborado bajo el principio de estabilidad presupuestaria, lo que «ha supuesto ganar mucho en transparencia y vigor».
Y ha subrayado que a nivel nacional esta estabilidad ha permitido «despejar dudas sobre la posible» intervención, de la que se encontraba «al borde» el país, y con ello caminar hacia la recuperación.
No obstante, el consejero ha querido dejar claro que la estabilidad presupuestaria es «un puro medio y no un fin en sí mismo», con el objetivo de lograr sostenibilidad financiera y, al mismo tiempo, ser «un paso esencial en el inicio de la recuperación».
Por su parte, el síndico de Cuentas, Miguel Ángel Cabezas, ha señalado que, a pesar de que el concepto de déficit apareció «como un instrumento al servicio de lo que se denominó el estado del bienestar», el tiempo ha demostrado que ese déficit «ha provocado un desequilibrio de las cuentas públicas como consecuencia de la no sostenibilidad en un medio-largo plazo».
Además, ha aprovechado su intervención para pedir a Romaní y al Ejecutivo autonómico en general que reconsideren «la posibilidad de cambios» en la rendición de la cuenta general en el marco de la ley de estabilidad presupuestaria.
El síndico ha finalizado la inauguración de las jornadas con una reflexión transmitida a todos los asistentes, a los que ha aconsejado que no se olviden de que «detrás de los números están las personas». «Que no sea este el caso de ninguno de nosotros», ha concluido el síndico.