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Aula de un colegio.
Artículo de opinión - 21 agosto 2020 - Castilla-La Mancha

«Escribo estas líneas y lo hago en calidad de maestro de Educación Primaria que es lo que soy. Y lo hago porque me siento en la necesidad de expresar lo que pienso en estos momentos.

En primer lugar, quiero agradecer a los equipos directivos de los diferentes centros, padres y madres de alumnos y demás colectivos de la comunidad educativa por la labor que están realizando unos y el apoyo que estamos teniendo por parte de los otros.


«Unidos por una Educación pública»

Siento que es de las primeras veces que veo a todos unidos en pos de una Educación Pública, gratuita y de calidad sí pero esta vez, también segura.

Cierto es que nadie puede garantizar por completo una vuelta segura a las aulas, pero eso no puede servir de parapeto para que ningún político sea del color que sea, se permita decir que por razones económicas, no se puede abordar de manera eficiente lo que la pandemia exige en términos educativos.

Y si digo que no sirve de excusa es porque a nivel económico se han destinado por un lado, 2.000 millones de euros por parte del Gobierno Central para las comunidades autonómicas a fin de poder iniciar con garantías el curso. Cantidad a la que hay que sumar el dinero procedente de los fondos europeos así como los fondos propios de las respectivas consejerías de Educación.

Pero, si esto nos parece poco el propio Gobierno Central ha destinado además, una partida económica en lo referente al Programa de cooperación territorial para la orientación, avance y enriquecimiento educativo en la situación de emergencia educativa del curso 2020-2021 provocada por la pandemia del COVID-19, que es el PROA+ por un importe de 40.000.000 de euros.

«Hay que sumar el dinero de los fondos europeos»

Ya sé que leyendo esto, surgirán dudas pues a este dinero les añado que también hay que sumar el dinero de los fondos europeos que corresponde a nuestro país al que por último, se les debe unir los fondos propios de las respectivas consejerías de Educación.

Bien. Explicado esto quiero indicar como algo fundamental y estrictamente necesario que la Educación es una materia que al igual que la Sanidad y las políticas de Empleo están desde hace años transferidas a las Comunidades Autónomas.

A partir de esto, quiero destacar que en términos educativos hablamos de niveles competenciales y por ejemplo, debemos decir que el Gobierno Central es el que dicta una norma general que debe aplicarse en todo el territorio español y a esto se le llama el primer nivel curricular. El segundo nivel, corresponde a las comunidades autónomas que son quienes deben elaborar los currículos educativos partiendo de la mencionada norma o ley general salida del Ministerio de Educación y Formación Profesional. El tercer nivel, corresponde ya a los centros educativos y según autores, existe un cuarto nivel que es el que compete al maestro o profesor en el aula.

«¿De quién es la culpa?»

¿Por qué digo esto? Pues porque existe estos días una controversia donde unos dicen que la culpa es del Gobierno Central y otros, dicen que es de los diferentes gobiernos autonómicos.

La obligación del Gobierno Central reside en dar siempre unas directrices generales y éstas se reflejan la Orden EFP/561/2020, por la que se publican Acuerdos de la Conferencia Sectorial de Educación, para el inicio y desarrollo del curso 2020-2021. Pero no contento con esto quiero señalar que dichos acuerdos fueron respaldados por todos los consejeros de Educación excepto por los de País Vasco y la Comunidad de Madrid por lo que uno no puede llegar a entender las críticas del señor Alberto Núñez Feijoó, cuando Galicia firmó y por tanto, demostró estar conforme con las medidas adoptadas en ese momento.

Aún así y viendo lo que se avecina, la titular de Educación Isabel Celaá ha decidido tomar medidas ante la situación actual a la que nos enfrentamos debido a los efectos de la pandemia y por eso, ha anunciado una nueva reunión para tratar de nuevo el inicio del curso con todas las comunidades autónomas.

«Contratar a más maestros y profesores»

Pero, ¿qué debía haberse hecho para disminuir los efectos devastadores del COVID-19? Claramente reducir las ratios, es decir, el número de alumnos por clase lo que implica realizar un mayor esfuerzo presupuestario para contratar a más maestros y profesores. No se ha hecho salvo en el caso de la Comunidad Valenciana donde Generalitat y sindicatos alcanzaron un acuerdo que no fue sino aceptar las reivindicaciones de los representantes del profesorado, con lo que se ha conseguido aumentar la plantilla docente de manera considerable.

Es verdad que no existe el riesgo cero de contagios en las aulas pero una magnífica medida sería poder contar con el mayor número de profesionales para que el número de alumnos por clase sea el menor posible y así reducir al máximo las posibilidades de contagio.

Y es que basándome en los argumentos aquí esgrimidos no valen como excusas la falta de presupuesto. Tampoco me valen aquellas manifestaciones de diversos políticos del Partido Popular donde piden ayuda al Gobierno Central y a su vez, echando la culpa a un Ejecutivo del que saben tienen el poder de decisión que tienen. Ni más ni menos y lo demás, es querer mentir, engañar y manipular y por supuesto, a sabiendas y esa táctica no vale.

«Cambio de ley cada vez que ha habido un cambio de Gobierno»

Es muy curioso que el señor Casado haya hablado de cambios en su Partido y de dar un giro al centro para luego decir que está muy preocupado por la vuelta al colegio. Sí, lo ha dicho un político cuyo partido pidió en boca de algunos dirigentes autonómicos que los fondos destinados a Educación pudiesen ser destinados a la Concertada además de a la Pública.

Y es que lo que cree el jefe de la oposición es que cambiando nombres, éstos van a llevar consigo moderación y una política de cierta colaboración con el Ejecutivo Central y más en un país donde por desgracia, nunca se ha llegado a un acuerdo entre partidos a nivel educativo traduciéndose en cambios de leyes orgánicas cada vez que ha habido un cambio de Gobierno central. Así que no cuela, señor Casado. Esta vez tampoco.

Y ya que hablamos de intentos de acuerdo, quiero señalar el de los fallidos Pactos de Zurbano impulsados por Ángel Gabilondo cuando él era el ministro de Educación. Intento en vano del socialista puesto que el Partido Popular no quiso ni oír hablar de consenso alguno en esta materia y esto como docente me entristece.

«Hay que unirse»

Y es por eso que hago una llamada a toda la comunidad educativa para que nos unamos a fin de conseguir tener una educación segura y con garantías. Pero recuerden: no hay seguridad total pero menos habrá si queremos aspirar a una Educación de calidad cuando desde hace años tenemos un enorme déficit de personal y de todo tipo de medios en esta materia, algo que también sucede en áreas como Sanidad. Y es que, ¿podremos evitar los contagios por completo con más personal?

Es evidente que no pero al menos, vamos a intentar ponérselo lo más complicado como nos sea posible. Y no, no me vale que un consejero o una consejera diga que si las familias se han ido de vacaciones a la playa, que ahora no pueden exigir seguridad en los centros educativos. Un político tiene el deber y la obligación de llevar a cabo cuantas medidas tenga en su mano. Eso sí es de su incumbencia. La vida privada y personal de cada uno, no. Siento ser así de claro y duro pero es así.

Y quiero añadir algo más y es que pidiendo dirigentes del PP que ponga medidas claras el Gobierno Central, en primer lugar obvian que la Educación está transferida a las Comunidades Autónomas pero dejándolo en manos del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez envían dos mensajes: uno, que están demostrando claramente no saber qué hacer en este caso sintiéndose desbordados y quién sabe si con muchísimo miedo a la respuesta de los padres (manifestaciones, concentraciones) y del profesorado (con huelgas ya convocadas para septiembre) y dos, buscan que el Ministerio asuma algo que es SU responsabilidad, para en caso de que salga mal, cargar contra el Gobierno Central. Lo reitero, señor Casado: no cuela.

«Aumentar plantillas, habilitar espacios…»

Y no sólo se deben aumentar las plantillas sino que para ello, se deberán habilitar cuantos espacios se puedan para reducir el número de alumnos. Toda precaución es poca y en estos momentos, más. Y esto también es competencia de las comunidades autónomas en coordinación en este caso con los dueños de esos espacios: los ayuntamientos. Ahí pues, el Gobierno Central está nuevamente eximido de responsabilidad por las razones que anteriormente he señalado.

Queda poco para la vuelta al colegio. Ahora, las comunidades autónomas nunca mejor dicho, deben hacer los deberes.

Yo sólo he pretendido con este artículo intentar arrojar un poco de luz a toda esta situación que tanto preocupa en estos momentos a todo el país y además, todo lo que he descrito aquí lo sabe quienes como yo han estudiado la Diplomatura de Magisterio. Otra cosa es que no quieran reconocerlo pero la verdad es esa y todos los profesionales de la Educación la sabemos.

Y es que como dijera Cicerón: “El cultivo de la mente es tan necesario como la comida para el cuerpo» y para eso y por la salud de todos, necesitamos el mayor número de docentes posibles porque con el número de docentes de siempre, la vuelta al cole no será segura. Lo tengo muy claro».

Diego Ruiz es maestro de Educación Primaria y de la Pública.

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