Médicos del Mundo ha denunciado la situación de marginalidad a la que se verán abocadas las mujeres que ejercen la prostitución después de la decisión del Gobierno de Castilla-La Mancha de cerrar los prostíbulos ante los rebrotes de Covid-19. Si bien la organización valora positivamente la medida, entiende que es insuficiente para detener los contagios puesto que «la demanda continuará produciéndose y las mujeres, dada su situación de vulnerabilidad, se verán obligadas a trasladarse a contextos más marginales e invisibles como los pisos de prostitución o zonas de calle donde el control sanitario y el rastreo serán aún más difíciles».
Según informa Médicos del Mundo en una nota de prensa, además de la desprotección sanitaria que puede acarrear trasladarse a contextos más marginales, «nos preocupa la situación social de este colectivo». Apunta que el perfil de mujeres en situación de prostitución es altamente vulnerable ya que la mayoría parten de una situación administrativa irregular, lo que les dificultan el acceso a alternativas laborales, habitacionales e incluso en algunos casos a la atención sanitaria dentro del Sistema Nacional de Salud. «En aquellos casos donde la situación administrativa no es una barrera, las mujeres cargan con un gran estigma social y con repercusiones psicológicas que impiden una integración social y laboral».
Considera que se han hecho esfuerzos por parte de la Junta de Castilla-La Mancha para paliar la situación de vulnerabilidad en la que muchas personas se han visto a raíz de la crisis del Covid-19, pero las iniciativas tomadas están siendo «insuficientes» para el colectivo de mujeres en situación de prostitución.
«El Gobierno autonómico aprobó las ayudas de emergencia excepcional Covid-19, pero muchas de las mujeres no han podido acceder a solicitarla puesto que carecen de algunos de los requisitos administrativos exigidos como el empadronamiento. Incluso, aquellas mujeres que sí han podido solicitar esta ayuda aún no han sido beneficiadas porque siguen a la espera de una contestación por parte de la Administración autonómica».
Médicos del Mundo pone de manifiesto que el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha ha sido una de las entidades pioneras en dar una respuesta específica para este colectivo, aprobando ayudas económicas de carácter puntual. Sin embargo, al ser medidas transitorias «no suponen una solución» a la situación de prostitución.
Propone que se aborde la situación a través de medidas abolicionistas que contemplen políticas públicas tales como: recursos habitacionales, apoyo económico, jurídico, psicológico y laboral. Acompañado de la penalización del consumo de prostitución, todas las formas de proxenetismo y la concepción de la prostitución como una forma de violencia de género. «Mientras que esto no suceda las mujeres en este contexto seguirán sufriendo las consecuencias del Covid-19 y de la violencia».