Madrid acogió el pasado 11 de mayo una manifestación convocada por la Coordinadora X-24, donde están agrupadas asociaciones de afectados por el robo de bebés. El objetivo principal fue exigir que se cumpla la ley, reclamar justicia para conocer la verdad. Una convocatoria que apoyó la plataforma Ciudad Real SOS Bebés Robados Madrid, formada por 10 familias que buscan saber qué pasó con sus niños.
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Las familias reclaman que se ponga fin al archivo de los casos porque de otra manera es imposible saber la verdad, al mismo tiempo que reivindican acceso a los archivos tanto aquellos que están en manos eclesiásticas como los informes médicos. El fin no es otro que «desentrañar» todo para saber lo que pasó con los bebés.
En el caso de la plataforma ciudadrealeña el caso más antiguo es del año 1948 y el más reciente, de 1989. Todos tienen en común la muerte de manera repentina del bebé, un cadáver que sus familiares nunca llegaron a ver. A ello se suman las irregularidades documentales que se dan y que son muy parecidas las unas con las otras, confirman desde la plataforma a Encastillalamancha. Entre los errores que se pueden observar se encuentran las horas del nacimiento o de la defunción, que no coinciden, e incluso se aprecia que contradicciones entre el legajo del aborto y el documento clínico…
A todo ello hay que sumar que si las familias acuden al cementerio para pedir la exhumación del cadáver se encuentra que no hay cadáver, «no hay constancia registral en el cementerio» y, por tanto, no pueden confirmar ni un hecho ni el contrario.
LA «LOCURA» DOCUMENTAL
Encontrar y acceder a los archivos tampoco está resultando sencillo. Encontrarlos se hace más difícil aún porque dos de los hospitales supuestamente implicados no están en activo, se trataría del Hospital del Carmen y de la Antigua Casa Cuna.
El que sí está funcionando es el Hospital de Alarcos. La plataforma ya se ha puesto en contacto con ellos y ha solicitado información que aún no les ha llegado, pero confían en recibirla en algún momento.
También se han puesto en contacto con la Diputación de Ciudad Real y «voluntad hay» de ayudar. De ahí que esperen conseguir finalmente avanzar en la investigación.
ES «COMO ENCONTRAR UNA AGUJA EN UN PAJAR»
Desde la plataforma reconocen que es difícil la situación que están viviendo porque es como «encontrar una aguja en un pajar». Por mucho que ellos se muevan, «si la otra parte no busca, es imposible encontrarles».
Sería más sencillo si pudiesen tener «acceso a archivos eclesiásticos». De hecho, han solicitado una entrevista con el Obispado, aunque aún no han recibido respuesta.
Las dificultades que se están encontrando no les están frenando para seguir investigando y encontrar alguna respuesta.
El siguiente paso es lograr apoyos políticos, pero apoyos que lleguen desde el consenso. Al mismo tiempo, y a nivel más local, quieren conseguir la confirmación oficial de que en el cementerio ciudadrealeño no están los cadáveres de los niños.