La empresa de Tomelloso Industrias Metálicas Anro ha sido contratada por la adjudicataria Rover Alcisa para intervenir en la construcción de un nuevo puente en la ciudad alicantina de Alcoy, que vendrá a conectar dos barrios y cruzar el río Serpis mediante esta obra, que presenta cierta complejidad por su longitud, de 683 metros, de los que 426 metros corresponden a un viaducto de ocho vanos.
El puente, promovido por la Generalitat Valenciana, es muy liviano, con un peso de 630 toneladas y en sus cálculos ha intervenido Ramón Atienza, profesor de Estructuras de la Escuela de Caminos de la Politécnica de Valencia.
Este viaducto será el de mayor longitud y uno de los de mayor complejidad de la extensa colección de puentes que presenta la ciudad de Alcoy, debido a la geometría curva en planta y alzado del mismo. El proyecto contempla un puente mixto, compuesto por una celosía metálica de canto variable, de entre tres y seis metros, y un tablero de hormigón armado con una tipología de estructura que le confiere mayor esbeltez y transparencia, minimizando su impacto en el entorno.
Este puente ligero resulta muy conveniente por la alta sismicidad de la zona y además se puede modular con mayor facilidad para el transporte de las piezas, reduciendo los inconvenientes que supone transportar elementos de gran tamaño a través del núcleo urbano de Alcoy.
El puente estará apeado en los diferentes vanos hasta su soldadura definitiva y la intervención de Anro en este proyecto comprende también el tratamiento superficial de granallado y su pintura.