UPyD ha reclamado al alcalde de Tomelloso, Carlos Cotillas, que se reúna con los médicos del Hospital de Tomelloso y que se investiguen las quejas que han hecho nueve jefes de servicio del centro sobre presuntas irregularidades y arbitrariedades en la gerencia del mismo.
UPyD fundamenta esta petición en una carta firmada por nueve jefes clínicos de ese centro hospitalario, registrada en el Sescam con fecha de 11 de abril, en la que denuncian esas presuntas irregularidades y alertan de la repercusión de esas «anomalías» en la atención a los pacientes.
El director gerente de la Atención Integrada de Tomelloso, Miguel Ángel Baratas, ha negado estas acusaciones y ha subrayado que son quejas de esos médicos «a título personal».
Los médicos se quejan de la «continua y reiterada intromisión» de la directora de Gestión, Ana María Aranda, en decisiones de índole clínica, como la suspensión de un quirófano de urología aprobado previamente por la Dirección Médica y con los pacientes ya citados.
Según estos médicos, la directora de Gestión negó dos veces medicamentos para tratamientos incluidos en la cartera de servicios «con el pretexto de ser caros» y sustituyó sin previo aviso ni informe pertinente material clínico «por otro más barato».
Los médicos, entre otras denuncias, han incluido la de «coacciones» al Servicio de Medicina Interna por reclamar mejoras en la atención en Cardiología, con demoras para pruebas diagnósticas específicas.
Los médicos firmantes han confiado en que la reciente configuración de una Junta Técnico Asistencial y una Comisión Mixta permitan solventar parte de los problemas, pero en cualquier caso creen necesario «el cese inmediato» de la directora de Gestión o, de lo contrario, de toda la comisión de dirección.
Ante estas críticas, consultado por Efe, el director gerente de la Atención Integrada de Tomelloso, Miguel Ángel Baratas, ha asegurado que se trata de que quejas hechas «a título personal», sin apoyo de los representantes sindicales, cuyas opiniones han sido valoradas y tenidas en cuenta.
Baratas ha manifestado que «no ha existido supresión de material ni de medicamentos», sino que se ha utilizado «una avanzado sistema de compras centralizadas».
Se han cambiado unas bombonas de infusión «a petición de la Dirección de Enfermería» y se ha comprobado que otros hospitales de referencia utilizan el nuevo material.
Según Baratas, se trata de un proceso habitual basado en «criterios de eficiencia y calidad» y siempre de acuerdo a «la legalidad vigente».
Tampoco se ha suprimido ninguna técnica clínica incluida en la cartera de servicios, ha dicho.