Agentes de la Policía Nacional han detenido en Ciudad Real a un joven de 24 años por enviar fotografías con contenido sexual a una niña de 11 años.
Según ha dado a conocer el Ministerio del Interior en un comunicado, este tipo, de 24 años de edad, contactó con la menor a través de una aplicación telefónica de mensajería instantánea.
El detenido enviaba mensajes de alto contenido erótico, esperando obtener con ello imágenes o fotografías del mismo tipo por parte de la menor.
Además, manifestaba a la víctima su intención de ir a su lugar de residencia, situado en la comunidad gallega, con el propósito de mantener relaciones sexuales.
El detenido usaba como apodo el nombre del protagonista de un libro para adolescentes con la finalidad de llamar la atención de los menores.
La investigación comenzó cuando el padre de la menor formuló una denuncia en la que manifestaba que su hija mantenía contacto con un hombre, mayor de edad, a través de una aplicación de mensajería instantánea.
Tras diversas indagaciones realizadas, los agentes lograron identificar, localizar y detener al presunto autor, acusado de un delito de corrupción de menores.
La investigación fue iniciada por agentes de la Comisaría Provincial de A Coruña y la desarrollaron funcionarios de la Comisaría Provincial de Ciudad Real.
«CHILDGROOMING»
Según la Policía, este tipo de acciones pueden encuadrarse en la tipología delictiva de «childgrooming», una modalidad de acoso a menores en Internet por parte de adultos que tratan de ganarse su confianza y amistad para conseguir algún tipo de satisfacción sexual mediante la obtención de fotografías y vídeos de contenido erótico.
En esta modalidad de acoso, en su versión más extrema, los acosadores buscan conseguir tener un encuentro sexual y abusar de los menores.
Para combatirla, la Policía recomiendan una serie de medidas básicas dirigidas tanto a los padres como a sus hijos.
Entre ellas, concienciar a los menores sobre la importancia del buen uso de las nuevas tecnologías, ya sea a través de ordenadores personales, teléfonos móviles, o cualquier otro dispositivo que permita el acceso a Internet y el contacto con desconocidos.
La Policía también recomienda avisar inmediatamente a los padres si al navegar o al contactar con terceras personas detectan contenidos que puedan ser peligrosos o situaciones que les puedan parecer extrañas y, sobretodo, no facilitar nunca datos personales a desconocidos a través de la Red.