Agentes de la Policía Nacional han detenido a 12 personas en la Comunidad de Madrid especializadas en la falsificación de cheques y pagarés, en los que suplantaban la identidad de las empresas que libran los cheques genuinos, que consiguieron defraudar con su cobro ilícito más de 300.000 euros.
A través de correos maliciosos
Todos los datos necesarios, para hacer creíbles sus falsificaciones, los adquirían a través de correos maliciosos -phishing- o directamente robando pagarés ya emitidos de los buzones de diferentes sedes empresariales.
Para conseguir su objetivo y pasar desapercibidos se apoderaban del dinero utilizando muleros encargados de cobrar en oficinas bancarias de Madrid y Toledo los talones que nunca superaban la cantidad de 3.000 euros.
Una falsificación perfeccionada y creíble
La investigación comenzó tras tener conocimiento de que en diferentes puntos de las provincias de Madrid y Toledo estaba teniendo lugar la falsificación de cheques bancarios y pagarés a nombres de mercantiles legítimas. Con esta información, las primeras pesquisas se centraron en la detección de todos los miembros del entramado criminal.
Tras varias indagaciones, los investigadores averiguaron que el modus operandi de este grupo organizado se basaba en dos modalidades delictivas.
La primera era la sustracción de la correspondencia de los buzones que contenían pagarés emitidos por empresas, y la segunda en adquirir información bancaria a través del envío de correos maliciosos –phishing– para obtener información bancaria. Una vez con la falsificación perfeccionada y creíble utilizaban a muleros encargados de materializar la estafa y llevar a cabo el cobro de los diferentes talones en varias sucursales bancarias.
Fruto de la investigación los agentes lograron identificar y detener a los 12 miembros activos de la organización a los que se les imputan los delitos de estafa y pertenencia a organización criminal. Además se llevaron a cabo cuatro registros domiciliarios y constataron que el grupo había alcanzado un fraude que supera los 300.000 euros por el cobro de cheques y pagarés falsos.