Un ambicioso proyecto va a digitalizar en 3D 1.000 piezas del Museo Provincial de Ciudad Real y permitirá a cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, conocer el patrimonio arqueológico de manera totalmente gratuita, en esta colaboración entre Global Digital Heritage y Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que pone a disposición sus recursos patrimoniales y personales para que esta fundación, financiadora del proyecto, realice las labores con el fin de acercar y preservar la cultura.
Con piezas de los yacimientos más importantes de la provincia de Ciudad Real, como la Motilla de Azuer, Calatrava la Vieja, Alarcos y muchos otros, podremos viajar desde el Paleolítico hasta el siglo XVII, repasando la historia de todos nuestros ancestros a través de los objetos que han llegado hasta nuestros días.
Sobre este ambicioso proyecto, que pretende tener publicadas más de 400 piezas en 3D antes de fin de año y el resto en el primer semestre de 2021, charlamos con el director científico de GDH en España y responsable del proyecto, Víctor López-Menchero Bendicho, quien nos detalla que la digitalización de piezas que se lleva a cabo en Ciudad Real convertirá al museo provincial en uno de los que más piezas tiene digitalizadas del mundo, superando con creces las 250 que tiene el British Museum o las apenas 50 que tiene el Museo de Arqueología Nacional.
«Son unos trabajos que se realizan en el marco del convenio que se firmó entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y Global Digital Heritage, una fundación de Estados Unidos que recibe fondos de Silicon Valley y financia los trabajos de digitalización en muchas partes del mundo», explica López-Menchero.
El arqueólogo indica que el objetivo es llegar a las 1.000 piezas digitalizadas en 3 dimensiones, «las principales piezas» de este espacio museístico.
Las primeras piezas estarán colgadas en la plataforma Sketchfab, «el Youtube del 3D, antes de final de año. Serán de acceso libre, descargables e incluso imprimibles en 3D con materiales que se asemejan a los que tienen en la realidad.
«En todo lo que hacemos, como lo financia un filántropo de Estados Unidos, el requisito es que tiene que estar en formato libre, gratuito, para que la gente lo pueda ver, descargar y utilizar«, subraya.
De momento se está realizado todo el trabajo de campo, recopilando todos los datos mediante fotogrametría y las primeras piezas estarán subidas dentro de poco, aunque en el perfil de GDH ya tiene subidas algunas magníficas recreaciones en tres dimensiones de monumentos de la región como la Motilla de Azuer o la Plaza Mayor de Almagro. Como ejemplo de lo que se está haciendo en Ciudad Real podemos ver estas piezas.
En el proyecto trabajan conjuntamente el personal de GDH, que además pone al alcance de este proyecto todo su «arsenal» tecnológico, junto con el de la Junta de Comunidades, que facilita las tareas en la recopilación de los datos.
¿Qué piezas podremos ver digitalizadas en 3D?
En la digitalización de piezas habrá representantes de «casi todas las cronologías, desde la prehistoria, hasta el siglo XVI-XVII». Estarán presentes «los principales yacimientos de la provincia: Alarcos; Calatrava la Vieja; hay piezas que vienen de Sisapo, en la Bienvenida; de la Motilla del Azuer, en Daimiel; del Cerro de la Encantada, en Granátula de Calatrava«, relata López-Menchero, quien también indica que «hay otras piezas de colecciones antiguas, de cuando se formó el museo, de excavaciones casuales, como el tesorillo de denarios romanos de plata de Almadenejos, que se descubrió hace más de medio siglo, cuando apareció una ocultación de monedas romana oculta desde esa época; de una necrópolis visigoda que salió en Puertollano…».
No solo se van a digitalizar las piezas que están en las vitrinas del Museo, sino que también se subirán muchas de las que hay en los almacenes, algo que ayuda a sacar lustre a este patrimonio que muchas veces no se puede exponer por falta de espacio.
Objetos curiosos, antiguos e impresionantes como un anillo de oro que apareció en Alcubillas hace muchos años. De origen íbero, en época prerromano, «una pieza extraordinaria, un anillo de oro impresionante», resume, que estará acompañado de varios ataifores medievales con decoraciones preciosas o piezas cerámicas antiquísimas salidas de los yacimientos Motilla de Azuer o del Cerro de la Encantada, que son de la Edad de bronce.
Varios cientos de miles de años
También habrá herramientas muy especiales… y antiguas, como algunos bifaces y raederas (los instrumentos prehistóricos para cortar y raspar hechos en piedra) que tienen cientos de miles de años, en el Paleolítico, cuando nuestros ancestros eran nómadas y no existía los poblados y las civilizaciones tal y como las conocemos en los últimos miles años.
«Democratización» de la cultura
Esta labor de digitalización tiene mucha importancia por varios aspectos. En primer lugar, indica López-Menchero, «la democratización cultural, facilitar el acceso a la cultura a todo el mundo. Cualquier persona en cualquier parte del mundo, con un ordenador o un teléfono móvil y conexión a internet, puede ver y disfrutar de este patrimonio».
«Una persona se vive en Rusia a lo mejor no puede venir a Ciudad Real a ver las piezas, pero puede hacerlo desde su casa», subraya el arqueólogo, quien además añade que gracias a esta tecnología «puedes ver las piezas en 360 grados«, algo que no se puede hacer en cualquier museo.
En segundo lugar, también «facilita la tarea a los investigadores», dado que al investigar sobre temáticas parecidas, ya no será necesario desplazarse al lugar donde estén las piezas, estarán en internet y se podrá ver «incluso mejor» que si la tienes delante, incide este investigador ciudadrealeño.
Además, hay un «componente muy importante que a veces se minusvalora hasta que pasó lo de Nôtre Dame», comienza explicando el responsable de GDH. Esto es la «salvaguarda del patrimonio, si sucediera algo, tendríamos una copia exacta, milimétrica, de todas esas piezas y en formato digital, lo que permite imprimirlas a escala 1:1, igual que las originales, incluso con los mismos materiales», subraya, a la vez que recuerda lo que pasó en el Museo Nacional de Río de Janeiro en 2018, cuando se quemaron miles de piezas «y queda una foto en el mejor de los casos», lamenta.
Por último, esta digitalización también es muy útil en la labor educativa, ya que tanto dentro de las universidades, como en colegios e institutos, estos modelos soy muy utilizados.
Al fin y al cabo, «una garantía de que estas piezas se van a preservar«, concluye el director científico de GDH en España.