“Dehesa El Milagro”: Ecología, tecnología e innovación para activar el mundo rural

Empleo, sostenibilidad y actividad en un entorno rural ligada a la producción de alimentos ecológicos tanto agrícolas como ganaderos. Acompañamos al responsable de Fomento del Empleo y Desarrollo Económico en la Diputación de Toledo, Jaime David Corregidor, a la “Dehesa El Milagro”, en Alcañizo (Toledo), el lugar elegido para mostrar en la sección Actíva(T) las posibilidades de las empresas y las zonas rurales de la la provincia en plena pandemia.

De Alcañizo a toda España

Sabe bien de lo que habla, porque es alcalde de Navalcán, un pequeño municipio toledano también de la comarca de la Campaña de Oropesa y las Cuatro Villas, como Alcañizo.

«He elegido esta producción agrícola y ganadera por dos cosas fundamentales. Porque ha aprovechado el entorno rural de un pueblo como Alcañizo, en la comarca de Oropesa, que está muy necesitada. Esta explotación se caracteriza por ser ecológica y por ese sello de calidad que imprime a todos los productos que salen desde aquí al resto de España.”

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300 hectáreas de explotación ecológica que llega a los espacios gourmet más exigentes, con su corner en El Corte Inglés, pero también a cada hogar que lo solicite desde su tienda on line. Alimentos sanos y naturales producidos de forma respetuosa e integrada en el entorno, tanto en la cría de ganado como en la labor de la tierra.

Dehesa El Milagro es una de las empresas que multiplicó actividad en los meses del estado de alerta hasta servir a toda España 5.000 docenas diarias de huevos ecológicos. Pero la finca es mucho más…

Oasis de producción ecológica agrícola y ganadera

Un proyecto fundado por la empresaria Blanca Entrecanales hace 8 años tras convertir una finca convencional en un oasis de producción ecológica agrícola y ganadera.

Su ejemplo se convierte en un espejo para municipios y comarcas de la España deshabitada, un freno al despoblamiento que también avanza en Castilla-La Mancha. “Hay que poner en valor que nuestras comarcas no tienen industria, pero tienen algo fundamental, la materia prima. Y esta dehesa es un ejemplo de la agricultura y ganadería del silo XXI. Es importante poner el valor proyectos como este, porque son capaces de generar yacimientos de empleo en zonas rurales”.

Nuevas tecnologías para el medio rural

“En las zonas rurales hay vida, hay futuro, pero todas las administraciones tienen que poner en valor lo mucho que tenemos y ser capaces de unir sinergias para sacar adelante proyectos que generen economía, empleo y fijen población en comarcas como la nuestra y el área de Talavera, que vemos que nos estamos quedando sin población”. Tiene claro que eso pasa por «potenciar las nuevas tecnologías y ofrecer la calidad de vida de nuestros pueblos”.

Añade que “desde la Diputación de Toledo trabajamos directamente con las cámaras de comercio, las federaciones de empresarios, los autónomos, que son los que tutelan se tipo de proyectos. La Diputación de Toledo colabora para que todas las organizaciones que potencian el sector primario y los yacimientos de empleo; todos esos proyectos pueden contar con nuestra colaboración».

Así lo cuenta:

«Ecológico 100 por 100»

Nos guía en la visita a la «Dehesa El Milagro» Gustavo García, encargado director de la finca “Dehesa el Milagro”, un convencido de las ventajas de apostar por la agricultura ganadería ecológicas y la sostenibilidad en la práctica agropecuaria.

Conoce cada palmo del terreno, cada característica de los animales o variedades que da la finca y nos mueve por parte de las 300 hectáreas como quien conoce todos sus secretos a base de patear, estudiar e imaginar mejoras y avances cada día. Y resolver los problemas que van surgiendo, claro.

Transmite conocimiento y entusiasmo por lo que hace a partes iguales y durante las dos horas del recorrido nos queda claro que no deja ni un cabo suelto en el día a día. “Tenemos una granja que englobamos carne, huerta y agricultura”, explica. En ella se mezclan vacas, ovejas, pollos de engorde y gallinas de puesta; pastos y cuatro hectáreas de huerta.

“Todo es ecológico al 100 por 100”, reitera. Y para demostrarlo nos va contando una cascada de datos. Por ejemplo, que cuando compran pollos de otras granjas, solo pueden tener un día de vida. A partir de ahí, son cosa suya y ya nada escapa al proceso ecológico de engorde.

«Todos los animales tienen que rotar y estar libres»

«Uno de los conceptos que tenemos en la ‘Dehesa El Milagro’ es que todos los animales tienen que rotar y estar libres; hoy pueden estar aquí y mañana en la otra parte de la finca, comiendo los mejores pastos; además, todas las naves son móviles” y en las zonas de invernadero lo que parece plástico es fécula de patata, biodegradable una vez que cumple su función.

“Con las vacas, para no sobreexplotar los campos, lo que hacemos es una rotación holística, cada 4 o 5 días cambian de prado y así la pradera se regenera, porque cuando vuelven a entrar a la primera parcela han pasado dos meses y medio» desde que salieron.

La huerta es de temporada, “seguimos los ciclos naturales del año. Ahora por ejemplo estamos plantando brócoli y coliflor y plantamos cada 15 días para escalonar un ciclo con otro”. El estiércol animal se composta para utilizarlo como abono en la huerta, cuya producción sobrante se lo come el ganado. Así se cierra el círculo. Pronto tendrán autonomía energética gracias a la instalación de nuevas placas solares. Por el momento se autosuministran el el 30 por 100 de la energía que necesitan.

Rompiendo mitos sobre alimentos ecológicos

«Merece la pena tomar productos ecológicos, primero porque yo creo que de los químicos de los alimentos vienen muchas de las enfermedades que tenemos hoy en día y creo que comiendo ecológico no las tendríamos», afirma sin dudar Gustavo. Así que le pedimos opinión sobre varios mitos en torno a los alimentos ecológicos. Así responde:

La carne de pollo ecológico es de color amarillo. “No. Nuestros pollos son blancos. El amarillo de la piel se consigue químicamente o con productos naturales. Nosotros no lo hacemos y nuestro pollo es blanco y ecológico”. En defintiiva, ni todos los pollos de carne amarilla son ecológicos ni todos los ecológicos tienen la piel de color amarillo.

Los alimentos ecológicos tienen un aspecto menos apetecible. “Es un mito total. Los productos pueden ser igual de bonitos, lo único es que lleva más trabajo”.

Los alimentos ecológicos son caros en la relación calidad/precio. “No es caro que en vez de comerte un tomate insípido te comas uno que tenga su sabor y con las garantías de que no te vas a meter veneno en el cuerpo; si echásemos cuentas de lo que nos gastamos en otras cosas y lo extrapoláramos a la comida y sus beneficios, no nos lo parecería”.

Gustavo García, nacido y criado en Navalcán tiene claro que este tipo de apuesta empresarial «es una solución y funciona” en pueblos como estos, que solo tienen la tierra que les rodea. Eso sí, “tienes que estar siempre investigando para poder evolucionar y ser más eficiente”.

Así lo cuenta Gustavo García: