La anciana Mari Paz D.G., de 76 años, no irá a la cárcel por tráfico de estupefacientes tras ser sorprendida con varias cantidades de droga cuando fue a visitar a su hijo encarcelado en Ocaña II (Toledo).
El fiscal y la defensa de la acusada acordaron rebajar la pena solicitada de tres años de cárcel al año y medio de prisión, por lo que la vista oral no llegó a celebrarse en la Audiencia de Toledo.
Según ha explicado a los periodistas el abogado defensor de la acusada, Mariano Rubio, la rebaja de la pena ha sido posible al tenerse en cuenta la edad de la mujer y el hecho de que la droga fuera destinada a su hijo, lo que se considera como atenuante.
SU NIETO: «VENGO A COMERME LOS MARRONES DE LA ABUELA»
La anciana, que camina ayudada por un bastón, llegó en un taxi a la puerta de la Audiencia de Toledo acompañada por su nieto, quien al ser identificado por la Guardia Civil dijo que venía a «comerse los marrones de la abuela».
Los hechos ocurrieron poco antes de las 14 horas del 23 de mayo de 2012 cuando la acusada se disponía a realizar una comunicación familiar con su hijo en el centro penitenciario de Ocaña II.
Durante el cacheo que se le hizo a la mujer antes de la visita a su hijo, le fueron intervenidos dos paquetes con 28,75 gramos de hachís, 1,58 gramos de cocaína y 1,56 gramos de heroína, con una pureza del 44,1 por 100 y 9,1 por 100, respectivamente.