Un radar móvil interceptó a un conductor que circulaba a 185 kilómetros por hora en una carretera de 90, en el término municipal de Auñón, en la provincia de Guadalajara.
Se produjo en la Nacional 320, que une las capitales castellanomanchegas de Cuenca y Guadalajara, por lo que la Guardia Civil ha investigado, no detenido, al conductor de este vehículo por superar la velocidad permitida en 95 kilómetros por hora, más del doble de estipulado en este tipo de vías.
Este tipo de infracciones están consideradas como «muy grave» y acarrean sanciones de 600 euros y seis puntos del carnet.
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