«Las cosas van muy mal, las cosas van muy por detrás de las previsiones que habíamos hecho. Porque lo que era bandera en Castilla-La Mancha se ha degradado hasta niveles insospechados, con una gran capacidad de destrucción y desfondamiento de los servicios públicos de la región y de nuestros depósitos de autoestima, de confianza colectiva».
El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha definido, en un encuentro con los medios de comunicación, lo que entiende que es la comunidad en estos momentos después de dos años de Gobierno de la «popular» María Dolores de Cospedal.
Un encuentro con los periodistas que ha tenido lugar en Toledo, justo siete horas antes de que presidenta autonómica y líder de la oposición se reúnan por segunda vez, de forma oficial, desde que comenzó la legislatura.
Page recalcó que en las filas socialistas «estamos muy preocupados. Porque Cospedal ha hecho una dejación absoluta de su representación de su estrategia netamente autonómica, se dedica fundamentalmente y de manera prioritaria a sus tareas en el PP nacional. Los intereses autonómicos ceden paso a los intereses de partido. A Cospedal le interesan más los problemas, muy complicados por cierto, que tiene como secretaria general del PP que Castilla-La Mancha».
«LES VIENE DE PERILLA DECIR LO DE LA CRISIS ECONÓMICA, LO APROVECHAN COMO COARTADA»
El secretario general de los socialistas de la región basó sus argumentos en la situación económica al afirmar que el PP prometió empleo, «pero hay 100.000 personas más en paro desde que Cospedal gobierna. 131.000 personas no perciben ningún subsidio de desempleo y vamos peor que la media, se han agravado las cosas desde que es presidenta. La economía de Castilla-La Mancha ha caído un 3 por 100, la mayor tasa de caída de las comunidades autónomas de España«.
Ironizó con la Ley de Emprendedores «porque hay 5.600 autónomos que han dejado de realizar su actividad y 6.000 empresas que se han dado de baja en la Seguridad Social. Se han denigrado las condiciones laborales y les viene de perilla decir lo de la crisis económica, lo aprovechan como coartada en su abandono de prestaciones sociales y desmantelamientos de los servicios sociales básicos. Han suprimido las ayudas a las viudas y degradado las pensiones. El 20 por 100 de los castellanomanchegos están, literalmente, en la cuneta y la sociedad está desestructurada y rota».
Por eso se ha hecho una pregunta: «Cuando salgamos de la pesadilla, ¿qué va a pasar? Porque Castilla-La Mancha está muy por debajo del nivel que encontraba antes, sin capacidad de ingresos y sin capacidad de recibir solidaridad».