Ganó el Logroño en Cuenca (21-27) y lo hizo de una manera justa, por una diferencia de seis goles, que quizás es excesiva a lo visto sobre la pista, pero lo cierto es que fueron mejor que los de casa.
Se enfrentaban dos de los equipos que lucharán de aquí a final temporada por los primeros puestos de la Liga Sacyr Asobal, y fueron los de Velasco los que vencieron este duelo en un choque en el que se les vio mucho más rodados ante un equipo que acaba de salir del confinamiento y que contaba con bajas de la importancia de Leo Maciel o la de Pizarro de última hora.
Saltaron mucho mejor a pista, con un ataque mucho más fluido, todo lo contrario a los de casa, que no lograron ver la portería defendida por Rangel en los primeros cinco minutos; esto hizo que pusieran las primeras ventajas en el marcador, llegando al más cinco con el 9-14, aunque pudo reducir diferencias Cuenca con el 10-14 gracias a que Oswaldo mandó un siete metros a tiempo parado antes del descanso.
Tras el paso por los vestuarios buscó la reacción el equipo de Lidio Jiménez, que comandado por el debutante Ángel Pérez se puso a tan solo dos goles con el 16-18, pero Logroño sabía gestionar su ventaja, lo hacía con los lanzamientos exteriores de Serradilla y de Oswaldo, los mejores de los riojanos.
Volvían a ampliar diferencias, pero Cuenca buscó la última reacción y un gol de Moscariello metía a los suyos con el 21-23 en el minuto 54; esa fue la última oportunidad conquense, que se dejó llevar en los últimos minutos viendo que no podía con su rival, que llevaba dos años sin ganar en Cuenca, pero que vence un match-ball que podría ser importante en el futuro.
Se van a los 10 puntos los riojanos y Cuenca se queda con 9 antes de este parón de la próxima semana por los compromisos de las selecciones.